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Nuestro legado a las generaciones futuras

(5012)

UN EJEMPLO: LA DESAPARICIÓN DE LAS GRANDES PRADERAS NORTEAMERICANAS
Los daños infringidos a nuestro planeta serán heredados por las generaciones futuras, pero no parecemos darnos cuenta de ello.

-A través de la historia el hombre se ha preocupado sobre todo de crear y destruir para poder vivir. En cambio le ha importado bien poco lo que deja a las generaciones futuras, a pesar de las insistentes llamadas de socorro de muchos grandes hombres.

Hace siglos existían las grandes praderas norteamericanas, en donde vagaban millones de bisontes, de los que se alimentaban los indios. Pero llegó la civilización y los mataron. También mataron a los indios. El hombre blanco, llegado del este, construyó ciudades y fábricas en las praderas, roturó la tierra, construyó ferrocarriles, carreteras y pistas, sustituyó los bisontes por ingentes manadas de ganado vacuno, ovino y caprino y acabó con una civilización de siglos...

El 80 por ciento de los seres humanos vive en ciudades. La población mundial ha ido aumentando de una manera escalofriante, a pesar de las guerras, hasta llegar a los 6.000 millones actuales. Ciudades como Nueva York, Pekin, Shangai, México, Moscú, sobrepasan los 10 millones de habitantes. El aire que respiran mata a unas 20 mil personas cada año en sus respectivas ciudades.

En cuanto a la salvaje actuación del hombre desde hace siglos –pero especialmente en los últimos 200 años- para con la naturaleza en general y los animales en particular, hemos llegado a un punto de no retorno, pues el daño ya está hecho. Hemos llenado de plástico los océanos, además de contaminar sus aguas; los ríos los hemos convertido en cloacas sin vida; la tierra y la vegetación en muchos lugares están envenenados; hemos deforestado grandes extensiones de nuestras selvas y montañas de los 5 continentes; hemos arrinconado, aniquilado o extinguido muchas especies de animales o plantas, incluso antes de haberlos conocido. Finalmente, hemos conseguido aumentar el calor en la Tierra. ¿Qué otra cosa podemos hacer más dañina a la vida de nuestro Planeta que podamos legar a nuestros descendientes? Tiempo al tiempo. Desgraciadamente, nuestra casa parece que no tiene salvación. Los lamentos de algunas naciones no arreglarán nada. Ha sido mucho más fácil llegar a esta situación de lo que será arreglar el problema, en el supuesto de que tuviera solución.

Insertado por: NATURALEZA Y DEMOCRACIA (ANTES, OALDEFNA) (13/12/2017)
Fuente/Autor: Sergio Reinaldo -NADEMO
 

          


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