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Los Secretos del Muérdago...

(3657)

LA VIDA APASIONANTE DE ALGUNOS VEGETALES... PARÁSITOS.
El Muérdago es un vegetal que pasa desapercibido si nadie nos habla de su existencia, ni de la vida increíble que puede llevar para sobrevivir, y de las aventuras que la naturaleza ha ingeniado para la dispersión de una especie, que como veremos, es tan interesante como rara, que nos deleitará tanto por sus curiosidades, como por los colaboradores que tiene que intervenir en su adecuada instalación como parásito.









Imágenes de Ibérica 2000.
Como muchos vegetales tóxicos, -a condición de utilizarlos en pequeñas dosis-, puede ser una excelente planta medicinal en la lucha contra los tumores cancerígenos, tratamiento de miomas, fibromas en medicina homeopática, etc.
(Aunque sobre los vegetales a los que parásita, les provoca serios tumores con su desarrollo...)

Se trata de una vida apasionante y muy poco común como vegetal, y muchos árboles le acusan de ser un ladrón, un pirata, un estafador, un inteligente arbusto que ha elegido como medio de vida, subsistir a expensas de los demás -persistentes árboles-, para procurarse, él mismo, el alimento que necesita posados en las ramas.







No dispone de raíces, si no de un innumerable conjunto de "suctores", que penetran en las cortezas del árbol al que parasitan, desviándoles la savia a sus propios. Un sorprendente penacho de ramitas llenas de hojas, que destacan entre las peladas ramas de los árboles en el avanzado otoño.

Nadie podría imaginarse lo que aparentemente, ese perezoso burgués ha tenido que pasar, para adueñarse de ese lugar tan bien situado en las alturas...


Mientras que las hojas de cualquier árbol viven por lo general 6 meses, las hojas del muérdago viven un año y medio, es decir, tres veces más. La hoja les caerá en verano del año siguiente al de su nacimiento. Pero en ese momento muchas otras hojas han tomado el relevo, desde hace al menos 4 meses, por lo que como arbusto de hoja caduca, permanece perpetuamente verde.

Las flores femeninas y masculinas del muérdago viven separadas cada una en un pie distinto, ubicados amenudo en distintos árboles a veces, a distancias muy considerables. Por lo que el polen, tiene que hacer inimaginables cabriolas favorecido por el viento si sopla en la dirección adecuada, o ayudado por numerosísimos insectos como moscas, abejorros, avispillas, para atravesar sobre cientos de metros y posarse en flores femeninas para polinizarlas.

La baya de muérdago atraviesa todas las estaciones hasta el duro invierno, donde está completamente blanco y transparente. Estudios recientes dejan suponer que esta semilla deberá haber sufrido los hielos y fríos rigurosos del invierno para entrar en edad verdaderamente de madurez.

El interior de la baya, dispone de reservas energéticas. Esta rellena de viscina, una sustancia que rodea al verdadero embrión, y lo protege de una forma viscosa y pegajosa.


Para los Galos, al igual que el Roble era la planta del Sol, el Muérdago era la planta de la Luna. El único vegetal absolutamente redondo como un astro. Crece en el aire entre las ramas y no toca jamás el suelo, pese a pena de muerte. Las bayas del muérdago son las únicas blancas de la naturaleza.


Estas bayas para las personas son tóxicas, y pueden provocar violentos cólicos, vómitos y diarreas sanguinolentas.

Muchas aves se alimentan durante los duros inviernos de las suculentas bayas, como las currucas capirotadas y los zorzales. Las currucas emplean un tiempo fugaz para extraer el molesto y pegajoso embrión -que no consumen por su excesivo tamaño- de cada baya y depositarlo en la rama, mientras se limpian el pico y continúan comiéndose el resto de la viscosa sustancia que lo envuelve.







Algunas currucas se exilian a África en sus migraciones invernales. Pero otras se quedan. Los zorzales en invierno descienden de los países centro europeos para establecerse muchos en su camino a tierras africanas en la Península Ibérica. Y son estas aves, que aprovechan los frutos del muérdago para pasar los fríos en tierras duras, ya que es una de las estaciones faltas de alimentos.

Estas aves las consumen en cantidades glotonas y son las que los dispersan y dejan los embriones sobre las cortezas de otros árboles donde los encontraron, y estos terminan brotando en la primavera.

Con los tres meses que puede durar la estación del invierno, en una zona concreta y reducida, gracias a las aves, pueden haber sido hábilmente preparadas entre 10.000 y 15.000 semillas. Un transporte gratuito, pero efectivo...


En muchas regiones de España se usaba el muérdago para alimentar al ganado, durante los meses del invierno. No solo era para las cabras, sino también para las vacas, ovejas, conejos y gallinas.

Los frutales y muchas especies de árboles donde se instalan las nuevas formas de parasitismo muerdaguil en las cercanías gracias a las currucas, son atacados y su vida acortada en pocos años por tantos chupopteros piratas. Pero esa no es la verdadera intención de estos parásitos, que solo quieren vivir a expensas de sus huéspedes, y la de tener una vida tranquila, sosegada y bien nutritiva.

En España podemos encontrar diversas especies de muérdago:
El muérdago normal de bola blanca (Viscum album) que vive en el norte, noroeste y sierras béticas, pero no en Galicia.

De esta especie, se pueden encontrar tres razas fisiológicas o subespecies: 1) La del abeto (Viscum album abietis) que no se encuentra jamás en el Pinsapo. 2) La del pino (Viscum album austriacum= Viscum album cruciatum), se encuentra en todos los pinos. En España crece sobre todo tipo de pinos, a cualquier altitud, tanto por encima de los 800 metros como sobre pinos más cálidos, como el resinero o el carrasco. 3) La de las frondosas (Viscum album album), se encuentra en frutales, chopos, majuelo, arce, etc. Este parásita unas 120 especies diferentes de árboles de hoja caduca. No agarra por encima de territorios a 1.500 metros de altitud. Es de clima más cálido. Nunca se instala sobre un Pino, ni sobre un Abeto, ni sobre cualquier otra resinosa.
Ejemplos: La robinia o falsa acacia, el sauce, el manzano, el álamo de cultivo y el silvestre, tilo, el mostajo, el álamo temblón, el almendro o el majuelo.

El muérdago rojo (Viscum cruciatum) que se encuentra en el sur de España, Portugal, Asia menor y norte de África, que se da sobre los olivos, aunque puede encontrarse sobre pinos, majuelos y otras rosáceas. Se distingue a simple vista por el color rojizo de sus bayas.

El muérdago enano del enebro (Arceuthobium oxycedri) que, vive sobre el enebro (arceuthos). Sus bolas son de color verde y se localiza en las montañas del este, centro y sur de España.


Ya en el año 1.748 se hablaba de este vegetal como un excelente antiepiléptico tomado en infusión con vino, útil para la apoplejía, vértigos de cabeza, dolor de costado y contra las lombrices.

Los zorzales ayudan enormemente en la dispersión de las semillas del muérdago. Los zorzales son animales muy huidizos, desconfiados que tienen que ser observados de una forma muy sigilosa con unos buenos prismáticos.
Os recomendamos: unos de 50 x 7 aumentos. Con una buena luminosidad.

Tenemos 4 zorzales en la Península Ibérica, del tamaño del Mirlo común:
El zorzal alirrojo, el zorzal común, el zorzal real y el charlo.
Son unos moderadores del sonido ambiental, con sus musicales cantos que entonan melodías perfectamente armonizadas, sobre todo en los paisajes de invierno.
En el Pirineo los podemos encontrar todo el año, nidificando y sacando sus pollos adelante. La mayoría de los ejemplares pasan sus veranos en zonas más frías, en el norte de Europa.

En las zonas mediterráneas, también en verano podemos encontrar ejemplares sueltos y raros, que nidifican entre campos de naranjos, y son descubiertos sorprendentemente por sus cantos perfectamente diferenciados de los mirlos, a primeras horas de las mañanas.

Los zorzales están protegidos por las leyes en los países europeos, pero no lo están a partir de los Pirineos en su camino hacia África. Existen comunidades autonómicas como la Comunidad Valenciana, que se resiste pese a las normativas europeas, a prohibir prácticas como "los Paranys", que no son más que modalidades de caza no selectiva, que expolian y merman ciertas especies que están en situación crítica en número de ejemplares, como el zorzal alirrojo.


Por la disposición regular de sus ramas, permite calcular la edad del vegetal. Cada año hay un nuevo piso de artejos; basta con contar las ramas partiendo del pie y subiendo hacia las hojas: tantos pisos, tantos años de edad para el muérdago.

La digestión de las aves como el zorzal, reduce a estado de papilla el envoltorio de la semilla del muérdago, que ha sido diseñado por la naturaleza para no sufrir daños en el estómago de este ave,por lo que no tiene nada que temer. A este bello viajero solo le interesa de la baya la viscina, el resto como las indigestas pieles, las pepitas y cualquier semilla son evacuados del intestino donde se acumulan. Solo le cabe esperar a la semilla, que sea defecada sobre una buena rama. Si en cambio, hubiera sido engullido por una Paloma torcaz, el estómago hubiera pulverizado el duro armazón de la semilla del muérdago.

La Paloma torcaz no es consumidora habitual de estas bayas, pero puede alimentarse de ellas cuando no encuentra maíz o guisantes.


Algunas ramas del árbol por encima del muérdago establecido, pueden dejar de crecer y llegar a secarse, debido al corte de savia que no fluye.

Un duro camino, lleno de obstáculos...
Las semillas del muérdago no tienen posibilidades de prosperar, si las aves que se alimentado de ellas, defecan en vuelo, donde puedan caer sus excrementos en cualquier campo de cereal, en un tejado, encima de una piedra, en un río o en un camino.

Y si caen sobre la rama de un árbol, ¿será el adecuado?
Las tres clases de muérdago que antes enumerábamos, veíamos que cada una, parásita especies de árboles diferentes. Por lo que si cae en un árbol equivocado, no progresará y estará condenado a morir.

Una mata de muérdago puede vivir según sobre la especie en que este situada, unos 35 años, y fabrica en toda su vida unas 35.000 bayas. Por lo que se calcula que cada semilla tiene una posibilidad entre 10.000 y 15.000 de pasar la dura prueba. Incluso existen muchas especies que se resisten a ser parasitadas, y aún superando todas estas inclemencias, no se dejarán parasitar.








Una vez la semilla del muérdago sobre la corteza del árbol adecuado, ya sea llegado mediante un excremento o depositado por una curruca mientras se limpiaba el pico al comerse un sabroso grano, existen aún otros peligros; y es que aves curiosas que rebuscan entre cada rincón de la madera del tupido bosquejo, como los herrerillos comunes, los herrerillos capuchinos, los agateadores o trepadores, puedan encontrar aún la semilla que está latente para iniciar su brotación al paso del invierno.

Aparecen casos de una semilla de muérdago en un árbol que no es el adecuado, y que durante años mantiene una lucha por parasitar y evoluciona muy lentamente sobre el árbol huésped, en comparación con otros ejemplos. Y por ello se cree, que el huésped puede mantener una lucha contra el vegetal parásito, para evitar que este progrese. Nadie sabe a ciencia cierta, como funciona esta lucha encarnizada a vida o muerte. El muérdago intenta barrenar la corteza, pero el vegetal parasitado engorda en esos puntos su corteza donde el muérdago se instaló.

Parásito sobre parásito...
Anteriormente comentábamos que las matas de muérdago son masculinas o femeninas y que no estaban entremezcladas en una misma planta. Pero hay ocasiones que una semilla de muérdago, cae ocasionalmente sobre otra mata de muérdago, a la que puede a su vez parasitar, y de esta forma crear sobre un huésped hermano parásito, su forma de vida parasitándole. Si casualmente son de sexos diferentes, podremos encontrar en una misma planta, flores masculinas y femeninas. ¡Toda una odisea de sorpresas!


La gran "gala del muérdago", -para los Galos en la antiguedad-, cada año tenía lugar al sexto día de la luna que sucede al solsticio de invierno, sobre el 1 de enero. Es la época más cruda del invierno, los días no dejan de acortarse, las noches frías se hacen cada vez más angustiosas e interminables, los rayos del Sol son cada vez menos calurosos y menos verticales en el cielo.

Especies donde es raro o muy raro, encontrar al muérdago:
El Roble, el Abedul, el Aliso, el Peral, el Cerezo, el Avellano, el Carpe, el Castaño, el Olmo, el Chopo lombardo y el Haya.

El Álamo de cultivo o Álamo balsámico, por el contrario, es uno de los árboles, famoso por su falta de resistencia al inquilino Sr. Muérdago.

En el Pirineo, el muérdago del abeto común (Abies alba), es tan abundante, que provoca en determinadas zonas, daños catastróficos como en el Valle de Arán.

Esta reproducción parcial extraída de los cuadernillos de El Cárabo, para que los conozcáis al detalle, y que no falten en vuestra biblioteca particular, está revisada y autorizada por Teresa Vicetto, autora de la traducción original del francés.

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Libros y publicaciones que te recomendamos:

* El Muérdago. Viscosillo contra Fritzi Pauley.
Cuadernillos del Cárabo números 33 y 34.
Autor: Pierre de Déom. Versión española: Teresa Vicetto.
Revisión: Emilio Blanco. Edita: Quercus.
Director: Benigno Varillas. elcarabo@biodivers.com
Biodivers.com... (Enlace...)

* Las Golondrinas, sus viajes, sus enemigos, su penitencia... (Enlaces...)


* Proteger las montañas, es cuidar el futuro - RedMontañas... (Enlace...) ¡Comprométete con tu vida, comprométete con tu entorno!

Insertado por: Redac.Ibérica2000 (03/01/2008)
Fuente/Autor: Aula de la Naturaleza, en Ruesta.
 

          


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Comentarios

!! FELICIDADES EL ARTICULO DE LA MARAVILLOSA PLANTA EL MUERDAGO, ESTA MUY INTERESANTE. GRACIAS.
Nombre: fatima  (25/02/2008) E-mail: figlesi@aol.com
 
es genial me a alludado mucho
Nombre: -  (09/01/2012) E-mail: -
 
como en un principio me pareció que se trataba del "muérdago", me he puesto a mirar pero veo que el muérdago son "bolitas" y no "campanillas". de todos modos te envío el artículo porque me parece interesante lo que cuenta de esta flor navideña. un abrazo
Nombre: maria ferencz  (19/11/2012) E-mail: maria.ferencz.ferencz@gmail.com
 

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