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Cultura personal

(2845)

CULTURA Y CULTURA
--La Cultura con mayúsculas es, naturalmente, mucho más que todo eso. Pero la cultura individual es, a mi juicio, el resultado de combinar estos tres ingredientes: el poso que queda de la erudición, el fermento de la reflexión y la huella que nos va dejando el Arte.

En la definición se contienen a su vez tres abstracciones: erudición, reflexión y Arte. Las tres, sin pertenecer a lo que se denomina metalenguaje, requieren consenso. Por eso también los estructuralistas dan toda la importancia a la aritmética del lenguaje. Kurt Gödel, en 1921, resuelve en realidad el asunto en su célebre teorema de la aritmetización del lenguaje en cuya virtud si un sistema es completo es inconsistente, y si es consistente es incompleto... De aquí se pueden hacer numerosas inferencias o deducciones: que el lenguaje es una parte de las herramientas de comunicación entre los seres humanos con la que no es posible sellar ni una sola idea para siempre, por ejemplo; que además es la menos adecuada como puente de comunicación; que la sensibilidad, el lenguaje matemático, el poético, el arte mayor en general y la música en particular salvan mucho mejor la distancia en el espacio áureo entre dos personas, que el lenguaje común, etc.

La cultura personal puede medirse pues, por la combinación dicha y por la dosis de participación de cada elemento. Pero no hay necesariamente "cultura" por el hecho de que se de alguna de esas cualidades por separado. Pues el "sólo" erudito no deja de ser también un diletatti enciclopédico. (Poca importancia tiene además hoy día cuando las enciclopedias están tan alcance de todos). El "sólo" reflexivo, no aprecia sólo por serlo la belleza que hay en la tela de araña. Y el "sólo" artista, es un ignorante propenso a fabular.

De modo que la cultura individual y el nivel de la misma en cada cual, dependerá del grado de la superposición armónica entre erudición, reflexión y sensibilidad por el Arte en una misma persona.

En estos tiempos, con independencia de la atosigante información, la avalancha de noticias de carácter científico y cultural con ribetes periodísticos, ese recurso fácil del enciclopedismo a la carta devalúa al erudito en la misma medida que se valúa al especialista. Y en general se devalúa considerablemente el interés por la persona erudita, superreflexiva y cultivadora del Arte en una misma persona. Se prefiere mucho más al charlatán, al ocurrente y al improvisador. Estas son una de las razones por las que es sumamente difícil que se manifieste el genio, pues hasta los que pudieran serlo difícilmente no serán malogrados prematuramente por el vendaval de la contracultura que es quien reina y gobierna en la sociedad occidental pese a tanto laurel y tanto laureado en Premios de estereotipo creados más para incitar al consumo que para promover auténtica cultura. En el fondo sabemos que al Poder y a los poderes no interesan ciudadanos pensantes y avezados, sino simplones y necios que sigan la estela marcada por los poderes en la sombra.

Por último, una persona verdaderamente culta es señora de lo indispensable pero no esclava de lo superfluo, no encomendará a otros lo que ella pueda hacer por sí misma, y en lugar de recurrir inmediatamente a ellos, sabrá prescindir de intermediarios, de médicos, de abogados, de gestores, de informáticos; de esa legión de especialistas con la que la sociedad ultramoderna ha hecho de ella un comercio de ortopedias, un monumento a las ortodoxias científicas, mediáticas y pseudocientíficas como sucedáneos de las funestas ortodoxias religiosas que han pasado a mejor vida...

Insertado por: Jaime Richart (02/03/2006)
Fuente/Autor: -Jaime Richart
 

          


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