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LA CIUDAD DE DAROCA Y SU ENTORNO.
Comarca del Campo de Daroca. Zaragoza. (Aragón)

La ciudad de Daroca esta situada en el curso medio del río Jiloca, el cual discurre a lo largo de una depresión tectónica que se extiende desde Calatayud hasta Teruel. Esta depresión constituía la vía de comunicación más fácil y cómoda en interior de las sierras de la cordillera Ibérica a la que divide en dos cadenas.

(imagen omitida)


Daroca se extiende entre los cerros de San Cristóbal y de San Jorge.
La rambla de la Fondonera cruza la ciudad de puerta a puerta, por lo que era,
un barranco que hoy es la calle Mayor llena de comerciantes. La ciudad, encerrada
en el interior de un recinto amurallado medieval, fue fundada por los musulmanes
en el siglo VIII, y realmente en la actualidad constituye un paisaje urbano espectacular,
siendo una de las mejores muestras de urbanismo medieval de Aragón.



Hay que pasearse por sus calles habiendo leído algunos detalles de su historia, para poder identificar y saborear mejor sus secretos.



La riqueza natural del Campo de Daroca.
Los Campos de Daroca se estructuran en una serie de llanos y sierras, interrumpidos por barrancos que desaguan en el río Jiloca. Este territorio forma varias cuencas que han sufrido violentas deformaciones tectónicas, dando lugar a una complicada orografía. Daroca se configura como centro rector de la zona media del Jiloca, en la cual forma un estrecho valle entre las localidades de Luco de Jiloca, donde acaban los llanos del valle de Monreal y Calamocha, y donde se produce un estrangulamiento por donde entra el río, y en Mureo, un sector donde también el río Jiloca transcurre encajonado hasta abrirse en el valle bajo a la altura de la población de Villafeliche.

El río en este trayecto discurre entre los 700 y 800 metros, de altitud, y constituyen una fructífera zona de huerta a ambos lados, de maíz, de viñedos, de hortalizas y de choperas. Por la parte alta del Campo de Romanos, se mantiene la alta y amplia llanura -el Campo de Romanos-, donde predomina especialmente el cultivo del cereal.


La Comarca de Daroca, desde el aíre.

(Son tierras de sal, de estepa y de Mudéjar.
Una tierra medieval que late pausada. Es una tierra enigmática...)




El clima en esta zona no ha variado especialmente desde la época histórica; siempre hay oscilaciones, pero no demasiado acusadas.
Los siglos del VIII al XII fueron cálidos y secos, iniciándose un periodo algo más frío y húmedo en los siglos XIII al XIV, para ser más benignos el XV y XVI, en este último se llegó incluso a cultivar tabaco en la vega de Daroca; el s. XVII supuso una nueva época de temperaturas más bajas que se recuperaron en los siglos XVIII y XIX.

En conjunto, el clima es de tipo continental-mediterráneo, con una tendencia más acusada a la continentalidad de las tierras altas, en general por encima de los 800 metros. Esta circunstancia crea dificultades para cultivos concretos, hasta el punto en que las huertas de hortalizas y frutales apenas existen por encima de esta cota. Los olivos tampoco aparecen por regla general.
Todas estas características climáticas potenció la agricultura extensiva del cereal.


Por el mismo corazón de la ciudad.

(Por sus calles habla el arte en silencio, y calla la voz.
Silencio narrativo y policromado, en los altorrelieves de la iglesia de Santa María...)




La ciudad de Daroca se coloca a 770 metros de altura, para pasar a la zona del Campo de Romanos que se encuentra a 1000 metros.

Anento está a 900 metros de altitud, unos 70 metros por debajo del extenso Campo de Romanos. Y se aloja al amparo del cierzo con la ventaja de que fluyen en su entorno -manantiales del Aguallueve- procedentes sus aguas de las capas subterráneas del entorno de Romanos.
* Por los rincones de Anento... (Campos de Daroca) (Enlaces)
* Ruta circular Anento-Arguilay-Anento, en Bici.
* Mercado de Anento.

La ciudad de Daroca se sitúa en la zona de transición climática entre el Mediterráneo, el valle del Ebro y la Meseta, reuniendo y sintetizando características de las tres regiones: la aridez del valle, el reparto de precipitaciones y temperaturas mediterráneas y la continentalidad de la meseta.


Las oscilaciones térmicas. Las temperaturas.
Estas oscilaciones térmicas son lo más característico de esta zona., llegando a 21º la diferencia de las temperaturas medias en algunos años, aunque lo normal, es una oscilación de 18º. Algunas noches de inviernos especialmente duros la temperatura ha llegado a descender por debajo de los -20º, si bien lo usual es que la cifra más baja de la noche más fría del invierno no descienda de los -10º. Por el contrario en los meses de julio y agosto, lo normal es que se alcancen temperaturas máximas cercanas a los 40º.

La temperatura media en esta frontera entre Zaragoza y Teruel está en torno a 12º, siendo la media de las máximas entre 17º y 18º, y la media de las mínimas entre 6º y 7º.

Las temperaturas máximas suelen ser muy elevadas incluso en los meses de invierno; se puede llegar en diciembre y enero hasta 18º durante el día para descender por debajo de 0º durante la noche. Fruto de su situación continental es la ausencia notable de estaciones intermedias, pasando casi bruscamente del invierno al verano, con lo que se produce un ascenso rápido de las temperaturas en abril y mayo para descender vertiginosamente desde fines de septiembre.

Siete meses (octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril) registran heladas, que a fines de primavera resultan enormemente perjudiciales para la agricultura. En mayo no suele haber ninguna helada, pero en algunos años como este de 2010 se han producido en varias noches de forma extraordinaria, e incluso en junio, debido a la penetración de aire frío del norte procedente también de los aires del Moncayo, lo cual produce la ruina de las cosechas de muchas huertas que no están al amparo de estos vientos, sobre todo de los frutales. Este año algunos agricultores han tenido que sustituir los plantones de tomateras en 3 ocasiones en la rambla de Anento.

(imagen omitida)


Desde la puerta Baja y por accediendo por el postigo del Arrabal, ascendemos
por unas escalinatas de madera que se internan en pronunciada pendiente junto al recinto amurallado.
Asciende por las laderas del cerro de San Cristóbal donde se encuentra la torre de San Valero,
conocida popularmente como muro de los "Tres Guijarros".
En esta parte del recinto erosionado por los siglos, aparecían 8 torreones .


Las precipitaciones.
Son muy escasas, aunque dicha aridez se compensa por la poca evaporación y sobre todo por la altitud. La media anual de lluvias se sitúa ligeramente por debajo de los 500 mm, pero en los años secos no se superan los 400 habiendo incluso años extremos que no se han superado los 200 mm., para alcanzar casi los 700 mm en años lluviosos.

Este es un clima de influencia mediterránea y la lluvia se halla irregularmente distribuida a lo largo del año, la mayor parte corresponde a la primavera, desde finales de abril a principios de junio, con un máximo secundario en otoño, agosto y febrero son los meses más secos. Son frecuentes las grandes tormentas durante los meses de verano que descargan en apenas unas horas más cantidad de agua que la recogida en todos los demás días del mes; estas tormentas suelen ir acompañadas de granizo, con el perjuicio correspondiente para las cosechas, y para el desborde que ocasiona al río Jiloca, sobre todo por la aportación seria que conlleva -entre otros muchos-, el Pancrudo que vierte sus aguas al cauce del Jiloca en el Puente Romano, entre Luco de Jiloca y Calamocha. Aportaciones muy serias que tuvieron que ser prevenidas con la construcción de un embalse.

Hay que tener muy en cuenta la variedad de vientos en la zona de Daroca, pero que en ningún caso adquieren la virulencia del valle del Ebro, lo que contribuye a crear un ambiente térmico más agradable, a pesar de tener temperaturas más bajas. El cierzo es el más perjudicial para la vegetación, al resecar el suelo y contribuir decisivamente a la desertización, aunque en el pasado solía reportar beneficios para eliminar algunas plagas. Años de nieves, años de bienes.

Sería conveniente para asegurarse, realizar un estudio concienzudo de vientos influyentes den la zona, con un estudio epidemiológico en relación a la influencia de vientos procedentes de la central térmica de Andorra, ya que su influencia puede acarrear problemas de lluvia ácida, ser perjudicial para la salud y para el fruto de muchas cosechas de estos entornos.

(imagen omitida)


En los montes del entorno de la ciudad de Daroca que superan los 1.200 metros de altitud,
la especie más abundante es el pino silvestre, que se sitúa a ambos lados de la depresión del Jiloca.
Las zonas entre los 800 y 1200 metros estaban ocupadas por monte bajo y carrascales.


Los golpes de aguas de lluvia en cortos espacios de tiempo, aquí son frecuentes,
erosionando el terreno para dejar unas formas geológicas muy atractivas y de variados coloridos en las capas.
Las cárcavas se pronuncian formando numerosas y verticales barrancadas.


La vegetación en la comarca de Daroca.
En los llanos las roturaciones agrícolas acabaron casi por completo con la primitiva cobertura de encinas y rebollos. Desde la Edad Media al menos se ejerció un abuso excesivo sobre los montes de Daroca que acabó por destruir la vegetación de carrascas y pinos. En el siglo XVIII Ignacio de Asso ya resaltaba en sus escritos el estado ruinoso que representaban los montes de Daroca, debido al uso que de ellos se había hecho para dotar de carbón vegetal a la ciudad de Zaragoza. Esta pérdida histórica de la cobertura vegetal ha provocado con el tiempo una degradación progresiva del suelo de todo el entorno de Daroca, que desde principios del s.XX se ha intentado paliar mediante una serie de repoblaciones de pinos y con la construcción de diques en las barranqueras. Es tanta agua la que cae en momentos determinados del año en muy poco espacio de tiempo, que la erosión de las laderas se hace imparable por la falta de cubiertas vegetales.

(imagen omitida)


Las mejores puestas de Sol de la zona,
indudablemente se encuentran en las Lagunas de Gallocanta.



Libros de interés que os recomendamos:
(Disponibles en la biblioteca de Daroca-Casa de la Cultura)
biblioteca@daroca.es - Telf. 976 800 431

* Historia de Daroca.
Por José Luís Corral Lafuente.
Centro de Estudios Darocenses de la Institución "Fernando el Católico". 1983.

* Guía de Daroca. Una ciudad amurallada llena de historia.
Editada por Prames. Mayo 2000.
Textos de: Mª Carmen García Izuel y Pascual Miguel Ballestín.

* Centro de Estudios Darocenses... (Enlace...)


Artículos y reportajes relacionados, desde Ibérica 2000:

* Historia y documentación de la ciudad de Daroca. (Enlaces...)
* Un paseo por la ciudad de Daroca.
* La conquista cristiana de la ciudad de Daroca.
* Los siglos de dominio musulmán en Daroca.
* La nueva ciudad de Daroca, a partir del año 1142.
* Los orígenes de Daroca en la época musulmana.
* La Mina de Daroca: construida para evitar inundaciones en la ciudad

* De Báguena a Daroca… en bici.
* Desde Luco de Jiloca a Báguena.
* Desde Calamocha a Luco de Jiloca.
* Lagunas de Gallocanta, la Zaida y Guialguerro.
* En ruta a Albarracín, Valle del Jiloca y Gallocanta.
* A Gallocanta desde el Jiloca…
* Por el valle del Jiloca, en Teruel.
* Desde Calamocha por el Poyo del Cid, a Tornos (Gallocanta)
* Desde Anento, al Santuario de la Virgen de la Herrera

>> Autor: Ibérica 2000 (30/08/2010)
>> Fuente: Equipos de Ibérica 2000, en Aragón.


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