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ABAJO EL MERCADO
No es el “ser humano” abstractamente considerado el causante de la destrucción y de la suya propia.

-Evo Morales, ahora en España, tiene que hacer de tripas corazón primero para mantener el statu quo socioeconómico de Bolivia dentro del mundo dominante, como Chávez en su país;

segundo, para que se cumplan los contratos petroleros que no se cumplían en su país, y tercero, para intentar la aventura redistributiva; y todo, sin perecer en el empeño, como a punto está de ocurrirle a Lula en Brasil. Ni uno ni otro, ni Evo, ni Chávez, ni Lula, ni nadie ya, puede por sí solo ni en cooperación reducida empezar ahora a regresar, y ni siquiera a hablar de ello, a fórmulas de economía dirigida que una fuerza oculta y misteriosa han barrido del planeta y están a la espera de la caída de los últimos reductos que, con variantes, las mantienen: China, Cuba y Corea del Norte.

El principal argumento, que complace a todos los enemigos, sea doctos o ignorantes, de la economía de Estado de Cuba y Corea es que en esa clase de sociedades "sólo" se "reparte pobreza". Y en cuanto a China, a la que no ha tenido más remedio el mundo "libre" que abandonar a su suerte por su situación geopolítica y su altísima población, ahí callan todos, boquiabiertos, asombrados, de cómo a lo largo de tres cuartos de siglo ha ido remontando, año a año, desde su inicial férrea organización, hasta empezar a amenazar en todo hasta el mismísimo espantajo antagonista: Estados Unidos. El Estado imperioso e imperial levantado inicialmente sobre la esclavitud, sobre las ruinas de la esclavitud, y sobre la neoesclavitud actual de millones de ciudadanos marginados; también sobre el sometimiento real o moral de países asiáticos, africanos y suramericanos.

Dicho lo anterior, repasemos al "mercado" que defiende hasta la muerte el grueso de Occidente. Pero para discutir acerca de si está o no justificada la iconoclastia del titular, cada cual debe responderse a sí mismo antes sobre las siguientes cuestiones previas:

1 ¿A partir de cuántos seres humanos desahogados en una sociedad puede empezar a decirse que es próspera y que en ella reina el "progreso"?

2 A contrario sensu, ¿a partir de cuántos seres humanos que malviven o viven sólo con lo indispensable o ni siquiera eso, a una sociedad debe llamársela atrasada y acusársele que "reparte pobreza"?

3 ¿Qué debe entenderse, en consecuencia, por "prosperidad" y "progreso"?

4 ¿Sigue siendo posible el "progreso" y la prosperidad científicamente dirigidos, como está probado en la práctica en el caso de China, se probó en la teoría en otro tiempo y se malogró el avatar en una Unión Soviética derrumbada por el acoso y derribo a que la sometió el campeón de campeones del neoliberalismo que medra por las armas a costa del resto de los países del planeta?

5 ¿Puede considerarse a China un país próspero en el que el "progreso" está presente, siendo así que su economía es dirigida?

6 ¿Vale la pena perseguir aventuras extravagantes, tanto científicas como espaciales, dirigidas principalmente a proporcionar "comodidad", al acortamiento de las distancias y al estrechamiento de la ecuación espacio-tiempo (en Medicina) para prolongar una fracción de segundo (en comparación con la eternidad) la vida de unos cuantos?...

Y todo ello a cambio de

a) la carencia de los más, el horror y el sufrimiento de guerras de rapiña, el debilitamiento progresivo del espíritu y genético en pueblos en los que nadan en la abundancia y el "progreso" unos, mientras otros ni los atisban.

b) la agonía de la Naturaleza, y la extinción catastrófica de especies vivientes y quizá pronto, de gran parte de la especie humana? (El planeta pierde cada año una superficie forestal similar a Castilla-La Mancha. En el año 2000, 11.000 especies de animales y plantas se estaban extinguiendo. Hace unas fechas ya eran 22.000)

¿Es universalmente racional el trueque de todo este estrago para mantener a sangre y fuego el “Mercado”?

Una vez hecho el planteamiento, sin dudas ni reservas mentales podemos afirmar:

1 que el llamado libre mercado, el libre comercio, la libre concurrencia o como quiera que llamemos a esa jaula grillos está férreamente controlado en lo esencial, para la "prosperidad" de unos cuantos en el concierto de los seis mil millones que constituyen el monto de humanidad.
Está intervenido el precio del petróleo, de la madera, del papel, de los fosfatos, del coltán, del acero, de todas las materias primas; del mismo dinero. Luego, ¿a que viene jactarse de mercado en libertad y de libre concurrencia entre las fuerzas de la demanda y la oferta? Es mercado "dirigido" e intervenido, siempre a punta de pistola...

2 que en todo caso libre concurrencia y mercado son la madre de todas las desventuras, desgracias y sufrimientos, evitables, que padece el ser humano y sus sociedades en tres cuartas partes del globo.

3 que sólo se puede estar a favor del mercado "libre" si nuestro pensamiento se dirige exclusivamente a nuestro "yo", a nuestra circunstancia, a nuestro entorno más cercano y a nuestros estrictos deseos materiales. Al final, a mantener por encima de todo nuestras debilidades e inmadurez infantiles.

4 que sólo puede justificarse y celebrarse el mercado en libertad imaginaria teniendo amputada la parte de nuestro cerebro en la que debe alojarse la conciencia social, la conciencia del prójimo y la percepción de "el otro".

Un día sí y otro también nos llega la "noticia" -que ya no lo es porque ya es más habitual que un hombre muerda a un perro que al contrario- de que los impuestos sofocan a la pequeña empresa, que la transguesión de las leyes mercantiles es la norma, que la política es el negocio más lucrativo, y que debido a todo ello Africa hace mucho que se abrasa, el Amazonas agoniza, y ahora la península ibérica cuya prosperidad y progreso pueden terminar desplomados por esa causa, está en grave peligro de una sequía sin precedentes.

El proyecto europeo de predicción meteorológica Gifs (siglas, en inglés, de Sistema Interactivo Global de Predicción), lo primero que hará -ojo al parche- es confirmarnos que la sequía de la península es, en la tendencia, prácticamente irreversible, y que la desecación vertiginosa del planeta a pesar de las lluvias torrenciales aleatorias y desordenadas que destruyen diques, que no se dejan embalsar y van a parar al mar, es un hecho ya incontrolable.

Y todo eso sucede, decimos nosotros, gracias... al "mercado"...

Más hubiera valido que los dirigentes políticos y los que rigen la economía y el comercio del mundo estos últimos cien años, quienes se han erigido en virtuales representantes forzosos de la especie humana, no se hubieran dejado atrofiar el instinto natural de la supervivencia de la colmena sólo por la codicia.

Ahora, los supuestos adelantos en materia de meteorología suenan a broma. Salvo para predecir inundaciones (y ya veremos), los inminentes pronósticos meteorológicos del Gifs y los de las universidades americanas están de más. La alternativa a las lluvias en tromba es... la insolación implacable. Y para eso, después de tanta necedad verificada y lacrada por la experiencia mejor sería que en lugar de seguir gastando más y más en ideas costosísimas, superfluas y en el fondo estúpidas, se confiase en adelante el facilón pronóstico del tiempo que hará mañana, a los cabreros...

No es el “ser humano” abstractamente considerado el causante de la destrucción de su propia casa, de sus congéneres y de la suya propia. Es el ser humano que se aferró un día al mercado. Y éste, el "mercado libre", es el instrumento que debiera abandonar para siempre.

Jaime Richart

jaimerichart.blogspot.com



>> Autor: Jaime Richart (05/01/2006)
>> Fuente: Jaime Richart


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