iberica 2000.org

[Propuestas]  [En portada] [Directorio]  [Lo + nuevo]

NATURALISTAS Y CAZADORES, JUNTOS POR LAS HOCES DEL RIAZA
Otros puntos de vista... que nos comparten. Segovia. España.

El problema no afecta sólo a la creación de esta senda, sino que afecta a otros aspectos de la gestión de este espacio natural, en el que naturalistas y cazadores estamos trabajando juntos y con intereses comunes desde hace tiempo, por más que a alguno le moleste y a otros les extrañe.

Estimados Sres.:
Observo en su página Web que han publicado una noticia sobre la creación de la llamada "Senda Larga", en el Parque Natural de las Hoces del Río Riaza.

Como el problema no afecta sólo a la creación de esta senda, sino que afecta a otros aspectos de la gestión de este espacio natural, en el que naturalistas y cazadores estamos trabajando juntos y con intereses comunes desde hace tiempo, por más que a alguno le moleste y a otros les extrañe, quiero añadir a la documentación adjuntada por mi amigo Fidel José Fernández, esta otra, por si es de su interés, ya que creo que aporta otros puntos de vista a este ataque que está sufriendo este entrañable paraje.

Nuestra protesta se basa en los siguientes puntos:

1º.- El texto del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales impone restricciones temporales y territoriales a la caza que significan en términos prácticos la completa prohibición del misma.

2º.- Que ha sido desoída la voluntad del Ayuntamiento de Valdevacas de Montejo y la mía en nuestras múltiples solicitudes del mantenimiento de la actividad cinegética como uso tradicional sostenible y respetuoso con la naturaleza.

3º.- Que esta limitación va a suponer un importante quebranto a la economía de esta corporación local, así como de la Asociación de Propietarios de la Finca del Casuar, finca inscrita dentro del mencionado coto, que verán perdido el mayor flujo económico con origen en actividades privadas, con lo que esto representa para su desarrollo. También se verán afectadas ciertas actividades relacionadas con la gestión de la caza, que generan riqueza y puestos de trabajo en momentos de nula demanda laboral.

4º.- Que esta limitación va a tener también un importante impacto negativo en la hostelería de la zona.

5º.- Que no ha sido emitida argumentación técnica alguna por parte de la Junta de Castilla y León para explicar o amparar esta decisión, a pesar de nuestra reiterada petición al respecto.

6º.- Que no se han tenido en cuenta ni han sido estudiados el actual Plan de Ordenación Cinegética vigente, ni la realidad de las prácticas cinegéticas actuales, con objeto de dirimir si estos ejercicios pudieran ser lesivos para los intereses de conservación de este hábitat y sus especies.

7º.- Que el equilibrio natural se verá seriamente perjudicado dada la actual densidad de ungulados silvestres que causarán serias alteraciones en la vegetación, y que influirá de forma negativa en los cultivos, que verán incrementados sus daños, así como la siniestralidad en accidentes de carretera causada por estas especies. A consecuencia de esta situación habrá que establecer “planes de control” de estas poblaciones, establecidos por este organismo público, que en definitiva no serán más que actividades de caza encubiertas para obtener la muerte de estos ejemplares sobrantes, pero efectuados con cargo a la guardería autonómica o por medio de cazadores a sueldo, lo que es una irracionalidad, dado que este control se efectuaba en el pasado por el arrendatario generando una renta y riqueza para la zona, al contrario de como se propone, generando un gasto para el erario público.

8º.- Se desprecia el más elemental ordenamiento jurídico español, así como la legislación autonómica de caza y del propio parque en materia de compensaciones por la supresión de estos aprovechamientos.

9.- En contraposición se van a fomentar unas actividades turísticas muy agresivas para el entorno y en concreto harán peligrar como mínimo la colonia de Alondra de Dupont presente, y el único nido de Aguila Real de la zona, dado que se pretende implantar una ruta turística, la llamada Senda Larga, que es a todas luces ilegal.

10.- No aparece entre los integrantes de la Junta Rectora del Espacio Protegido una representación cualificada de los gestores cinegéticos y cazadores, responsables del adecuado manejo de un recurso natural que precisa de su concurso y tiene una gran relevancia entre la fauna pobladora de este área.

Con la decisión adoptada por la Junta de Castilla y León prohibiendo la caza han abierto una duda social sobre la conveniencia o inconveniencia de esta práctica sin ningún debate o valoración de otras consecuencias, demostrando una conducta apriorística que carece de refrendo en lo científico y técnico.

A mi juicio tampoco cuenta esta decisión con el apoyo social necesario, ni en la zona ni en el ámbito de su comunidad autónoma, ni en el contexto académico. Creo sinceramente que han dado un paso en falso que lesiona la imagen de la actividad cinegética, pone en duda su contribución a la sostenibilidad de los ecosistemas bien conservados, de los planes de ordenación cinegética, de la gestión y de los aprovechamientos aprobados por sus propios departamentos de medio ambiente.

La actividad cinegética es compatible con otros usos, y así se demuestra en todo el mundo día a día. Sólo desde la óptica urbana, cada vez más frecuente, desde la pérdida de la perspectiva del día a día de nuestros campos, montes y pueblos se puede entender, a duras penas, una decisión como la presente.

Sorprende así mismo que esta Comunidad Autónoma haya hecho una defensa tan vehemente de la caza en otro espacio de la máxima protección como es el Parque Nacional de Picos de Europa y le niegue este derecho al Ayuntamiento de Valdevacas de Montejo y los propietarios de la Finca del Casuar, al arrendatario de El Enebral y a los cazadores que participando en esta actividad hemos llevado una ejecutoría ejemplar en la gestión de este coto.

Agradecido, reciban un cordial saludo.
Saludos. Santiago Segovia Pérez
Coto El Enebral.



OPINIÓN
Publicado en el NortedeCastilla.es
Jueves, 9 de junio de 2005

¿Parques naturales o de atracciones?
En los En los parques naturales donde se prohíbe la caza, el número de animales crecen sin control, lo que afecta al ecosistema. Controlar la situación exige el ejercicio de una caza sostenible y respetuosa con el medio ambiente, afirma el autor, en referencia a Castilla y León.
SANTIAGO SEGOVIA PÉREZ
Ingeniero y gestor cinegético.

COMO arcano ininteligible podríamos calificar la política medioambiental de esta comunidad autónoma, y en especial la de sus parques naturales. Por un lado, los accidentes en las carreteras causados por animales silvestres son cada día un problema grave de circulación. La causa fundamental radica en un aumento espectacular en el número y en la dispersión de ungulados silvestres, que de manera natural se mueven en un entorno en el que se han interpuesto trabas artificiales. Se han elevado los cupos de capturas de estas especies en los cotos de caza de manera que se reduzca en cierta medida su incidencia.

Pero existen otro tipo de problemas con los cultivos, que también son dañados por estas poblaciones animales, ya que ni con ciertos elementos disuasorios se libran de sus acciones, teniendo en muchos casos que evitar la producción de trigo, puesto que la cosecha sería nula. Evidentemente, ciertos árboles frutales o repoblaciones forestales son imposibles en amplias zonas de esta comunidad, ya que la magnitud de los daños llegaría a afectar al 100% de la plantación.

Sin embargo, se favorece esta explosión demográfica con la creación de parques naturales donde se prohíbe la caza, con lo que se crean auténticas bolsas donde estos animales crecen sin medida. La única manera de controlar la situación no es más que ejercer una caza sostenible y respetuosa con el medio ambiente, que en definitiva es una forma más de depredación.

Se podría decir que en los parques naturales no se debe practicar la caza, pero no existe razón técnica alguna que avale ese pensamiento y tampoco existe ninguna normativa autonómica, estatal o internacional que así lo disponga, y es más, algunos organismos internacionales, llegan a recomendar este tipo de uso sostenible como medio de conservar la naturaleza y de que la población participe en ello, o incluso otros, como WWF, llevan a cabo programas de gestión cinegética como forma de protección y mejora del medio, así como de una correcta política de concurrencia en el manejo de los recursos naturales.

En nuestro país existen infinidad de parques naturales en los que se puede cazar. En el parque natural considerado modélico por los especialistas, con el primer puesto en la calificación de su gestión, el andaluz de Los Alcornocales, la caza es prioritaria sobre las actividades turísticas, incluso cerrándose a las visitas las zonas en las que se practican las diversas modalidades.

En el recientemente creado Parque Natural de las Hoces del Río Riaza, Segovia, la caza ha sido excluida de entre sus aprovechamientos tradicionales de un plumazo y de una forma dictatorial, con engaños y sin contar con la opinión en contra del único ayuntamiento al que afecta la medida y sus cazadores.

Además de los daños a la agricultura que se avecinan, el porvenir de la vegetación natural corre un serio peligro, que debería ser otro motivo de preocupación de la Administración pública, ya que es el tercer problema causado por la sobrepoblación de ungulados silvestres. El ecosistema de este parque está formado por una comunidad vegetal de gran fragilidad, y los efectos de los daños pueden llegar a ser importantes.

Pero no parece que eso importe mucho a las autoridades turístico-ambientales de esta comunidad, ya que su único propósito es ofrecer esparcimiento y desarrollo no sostenible, y por desgracia hasta que los daños irreparables en la vegetación impacten visualmente ha de pasar mucho tiempo, aunque ya será tarde.

En la gestión de los espacios naturales protegidos hay mucho cinismo. En todos los que existen en el mundo, no solo en España, se caza, lo que ocurre es que a escondidas y a cuenta del erario publico con un coste extraordinario en cazadores a sueldo, y llamándolo con el eufemismo de "control poblacional".

En el Parque Nacional estadounidense de Yellowstone, se cazan bisontes, osos o ciervos para aminorar los problemas que producen sus poblaciones excesivas. En los parques africanos se capturan los animales vivos, se subastan y luego se trasladan a grandes fincas de caza, en una maniobra que nos escandaliza a los cazadores éticos. En el Parque Nacional de Cabañeros recientemente han tenido que llevar a cabo un plan en donde la guardería ha eliminado por métodos poco adecuados y no selectivos decenas de animales. Y es que si la naturaleza no actúa con la depredación, el ecosistema se deteriora, y eso hay que atajarlo a toda costa.

En el Parque Natural de las Hoces del Río Riaza se alterará el equilibrio, se dañarán más los cultivos, se acrecentarán los accidentes de carretera, se deteriorará el hábitat y su vegetación, todo ello pasando por alto los derechos de los cazadores, de los propietarios de los terrenos y del Ayuntamiento, sustrayéndoles unos ingresos muy importantes sin compensación alguna y no haciendo caso a los naturalistas ante los planes turísticos de la zona, por lo que se tendrá que atajar un problema antes inexistente con un coste muy alto para la Administración pública.

Habría que añadir que con desprecio en la más completa ilegalidad a los acuerdos pactados, mintiendo y perjudicando al único pueblo que con afán colaborador no ha presentado ningún conflicto ante la creación del parque, como es Valdevacas de Montejo. Yo me pregunto, ¿esto es proteger la naturaleza? Se crea desequilibrio, profundo descontento y se incurre en un gasto público cuando antes se generaban rentas privadas. ¿Caben más despropósitos en una sola acción?



Las Hoces del Riaza, que se queden como estaban...
Artículo publicado en el Adelantado de Segovia. 20.04.2005.
Por Santiago Segovia Pérez.

Como arrendatario de un coto de caza incluido en el parque natural de las Hoces del Riaza, afectado gravemente en mis derechos por la creación del mismo, y con respecto a algunas informaciones y comentarios aparecidos en este periódico sobre el plan de uso del mencionado parque, estimo conveniente aclarar ciertos puntos sobre lo afirmado por el técnico de la Junta de Castilla y León, señor Sánchez Aguado.

En primer lugar, afirma que no es obligatorio para la Junta conocer la existencia de nidos de rapaces sensibles al uso proyectado para esas zonas. Sinceramente creo que el único que sí está obligado a conocer todos y cada uno de los nidos existentes, así como las especies que por allí habitan, es él mismo, porque no es admisible que la administración ponga en marcha actuaciones sin estudiar convenientemente las consecuencias de las mismas, y en este caso para un valor natural importante. Esto lo único que nos demuestra es que actúan con una irresponsabilidad suprema.

Dice que el presidente del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza no ha descubierto los nidos, sino que se los han enseñado. ¿Y que más da, es esto es una carrera contra-reloj y hay premio para el que llegue primero? Lo importante es que el señor Sánchez los desconocía y además dudaba de su existencia, no fiándose de los testimonios bienintencionados de quien conoce esos parajes mejor que él, y eso es una irresponsabilidad. Añade que el plan de uso en ningún momento amenazará la flora y la fauna del lugar, cosa que ponemos en duda ya que como hemos visto carecía de información fundamental, por lo que es difícil imaginar como habrá realizado ese plan de uso, y la seriedad con la que lo haya llevado a cabo.

Por último, dice que estos terrenos son espacios totalmente abiertos y que lo único que se pretende es señalizarlo. Lo que no dice, porque se lo calla, es que hasta ahora por allí iban muy escasas personas, y como presienten grandes afluencias de gente tras la declaración del parque, no les queda más remedio que regular el desequilibrio que ellos mismos provocan. Si lo dejasen como hasta ahora no haría falta ordenar nada. A la vista está después de cientos de años.

Por su parte, SEO/Birdlife considera que existen problemas de regulación de uso público que afectan a la reproducción de las especies, y nos gustaría saber dónde se da ese problema. En el estado actual de la ciencia, donde cualquier proyecto de investigación serio se lleva a cabo con un equipo multidisciplinar, no es muy inteligente lanzar, ni tan siquiera subliminalmente, la impresión descalificadora de un experto, como el doctor Fidel José Fernández, por su condición de profesional aparentemente ajeno a la materia tratada. El hecho de ostentar un título de doctor, implica el estar familiarizado con procesos y análisis del conocimiento, suficientes como para poder llegar a obtener de él una opinión válida, fruto también, no lo olvidemos, de su asiduidad por aquellos parajes.

Toda la información relacionada en detalle, en...:
* La "senda larga" en las hoces del Riaza. (Enlace...)

>> Autor: pamelaamaya (27/07/2005)
>> Fuente: Santiago Segovia Pérez.


[Propuestas]  [En portada] [Directorio]  [Lo + nuevo]

(C)2001. Centro de Investigaciones y Promoción de Iniciativas para Conocer y Proteger la Naturaleza.
Telfs. Información. 653 378 661 - 693 643 736 - correo@iberica2000.org