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MANIFIESTO EN SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO GALLEGO

(401)

POR LA PRESERVACIÓN DE UN MEDIO AMBIENTE SIN SUSTANCIAS QUÍMICAS NOCIVAS
El Departamento de Ciencias Experimentales de la Universidad Jaume I de Castellón promueve un manifiesto en solidaridad con el pueblo gallego tras la catástrofe del Prestige, haciendo énfasis en la necesidad de emprender en España nuevas vías para conseguir un medio ambiente libre de sustancias químicas nocivas.

Los miembros del Departamento de Ciencias Experimentales de la Universitat Jaume I de Castellón queremos manifestar nuestra seria preocupación por los acontecimientos acaecidos en Galicia con el hundimiento del petrolero Prestige. Esta catástrofe no es, ni mucho menos, un caso aislado y está evidenciando nuevamente las carencias existentes en nuestro país en cuanto a la previsión y solución de este tipo de problemas desde un planteamiento riguroso y científico.


* Lugar del accidente, a 61 kilómetros del Cabo de Finisterre. El Prestige comienza a escorarse.
* Seis días después, el 'Prestige' se hundió.
* Sufrió una vía de agua el miércoles 13 de noviembre 2001. Una grieta en estribor que fue aumentando de tamaño acabó de desestabilizarlo.
* El martes 19 se partió y se hundió.
El buque se hunde tras partirse en dos, a 246 kilómetros, (145 millas) de Finisterre.
* Apenas tres horas aguantaron la popa y la proa a la vista de las cámaras.


La contaminación de todo el planeta como consecuencia de nuestras actividades irrespetuosas hacia el medio ambiente se cierne peligrosamente sobre el futuro de la humanidad. A diferencia de otros peligros a medio plazo, como la destrucción de la capa de ozono o el calentamiento global, este vertido nos está ya afectando de un modo directo y evidente. Sin embargo, sus efectos más sutiles permanecerán ocultos y, sólo al cabo de los años, se empezarán a aceptar las consecuencias que sobre la salud de los seres vivos ha tenido este desastre u otros semejantes. Durante el siglo XX numerosas sustancias químicas sintéticas se han vertido y dispersado sin control por todos los rincones de la Tierra. Aunque el desarrollo de la industria química ha permitido alcanzar altos niveles de bienestar en la sociedad actual, sin embargo, no hemos sido capaces de reaccionar a tiempo frente a los llamamientos de numerosos científicos que alertaban de los peligros asociados al uso incontrolado de sustancias químicas. Son numerosos los ejemplos que podrían citarse, como la emisión de compuestos clorofluorocarbonos (CFCs), considerados hasta fechas relativamente recientes como productos inertes e inocuos, que han originado un daño, tal vez irreparable, a la capa de ozono. O el uso masivo de compuestos organoclorados (DDT, PCBs) en las décadas de los 60-70, que ha supuesto la contaminación de prácticamente todos los compartimentos ambientales y la acumulación de estos compuestos persistentes y peligrosos en los tejidos grasos, de modo que, incluso muchos años después, es prácticamente imposible encontrar una sola persona o mamífero marino en todo el planeta que esté libre de estos compuestos en sus tejidos o en su sangre. Incluso en la actualidad la comunidad científica está alertando sobre la exposición a sustancias químicas sintéticas conocidas como disruptores hormonales, esto es que actúan como hormonas o que interfieren en la función hormonal normal de los seres vivos. Entre éstos, se encuentra, por ejemplo, el tributil estaño, usado en pinturas con actividad alguicida para cascos de embarcaciones, cuyos efectos perversos sobre la fauna marina han sido documentados, en estudios realizados precisamente en las costas gallegas. Se trata de una larga lista de compuestos, a los que estamos expuestos a través del agua, el aire y los alimentos que van a originar cambios en nuestro organismo posiblemente irreversibles. De hecho, ya portamos en nuestros tejidos numerosas sustancias que no estaban presentes en el cuerpo de nuestros antepasados.

A todo ello hay que añadir, desgraciadamente, catástrofes como el naufragio de estos inmensos petroleros, en donde se vierten al mar cantidades ingentes de hidrocarburos derivados del petróleo, cuya capacidad tóxica y efectos a largo plazo sobre los seres vivos no están suficientemente estudiados. Entre esos, destacan los hidrocarburos aromáticos polinucleares (PAH), una familia de contaminantes altamente peligrosos, considerados prioritarios por distintos organismos internacionales en cuanto a su control en el medio ambiente. La complejidad química de los diversos componentes del petróleo conduce a distintos comportamientos en el medio ambiente y tiene consecuencias toxicológicas insospechadas. Algunos compuestos flotan en el agua, otros se hunden y adhieren a rocas, plantas y animales para llegar, pese a todos nuestros esfuerzos, a la cadena trófica incorporándose a nuestros organismos. Los efectos que sobre nuestra salud acarrea la exposición y absorción de estos compuestos dependerán principalmente del tipo de compuestos, así como de la dosis y del tiempo de exposición, pero son tan preocupantes que la única manera de combatirlos es evitar por todos nuestros medios su vertido al medio ambiente. Por ello, deben tomarse medidas urgentes en todo el mundo y muy especialmente en nuestro país, para subsanar el actual vacío legal, de modo que no se vuelvan a producir catástrofes de la magnitud del Prestige.

La tragedia de Galicia ha evidenciado, una vez más, las carencias presupuestarias de nuestro país en el estudio e investigación científica, así como en la prevención de riesgos. Mientras el Estado Español dedica cerca del 50% del presupuesto de I+D (que ya de por sí es ínfimo comparado a otros países europeos) a defensa, la ciencia española sigue siendo claramente deficitaria y los jóvenes investigadores siguen padeciendo políticas precarias que los condenan al ostracismo o la emigración. Queremos insistir en la necesidad de establecer políticas de previsión y apoyo a la investigación aplicada en estos campos del saber. La catástrofe del Prestige demuestra hasta qué punto dependemos de otros países para que nos alquilen o presten medios (barcos limpiadores, batiscafos, medios de investigación, instrumental, etc...) indicando una falta de previsión abrumadora a pesar de que ya hemos padecido tragedias similares, como por ejemplo las del Urquiola que en 1976 vertió cerca de 100.000 toneladas de fuel-oil o la del Mar Egeo que en 1992 vertió 80.000 toneladas. Consideramos que sin medidas urgentes de previsión, sin un cambio decidido en la política científica, y mientras la Administración siga desoyendo a los expertos españoles para tomar medidas al respecto, éste será otro desastre más de una larga lista que nos llevará inevitablemente hacia la degradación y progresiva destrucción de la Tierra que heredarán nuestros descendientes. Sin duda alguna, por encima de la riqueza temporal de los pueblos, el mejor legado para nuestros hijos es un planeta limpio, basando el progreso en técnicas energéticas no agresivas con el medio ambiente.

Un ejemplo de la guerra sin cuartel que las actividades humanas han declarado al medio ambiente es la incapacidad demostrada para preservar los últimos reductos de riqueza biológica de nuestro país, los reducidos y altamente deficitarios parques naturales. Éstos aparecen protegidos meramente sobre el papel, pero son escasos o inexistentes los recursos y medios reales de defensa y preservación de estas zonas privilegiadas. Por desgracia, existen ejemplos próximos que resultan ilustrativos, como el desastre de Aznalcóllar y posterior afección al coto de Doñana, o el que tiene lugar actualmente en el parque natural de las Islas Atlánticas y en el resto de la costa gallega.

Por todo ello creemos imprescindible un aumento decidido en los presupuestos generales del Estado dedicados a la protección, el estudio de nuevas herramientas para la sanción a los infractores y el desarrollo de una investigación más competitiva. Pedimos también una voluntad más decidida por el desarrollo de nuevas políticas que cuenten con los investigadores españoles para prevenir y evitar la degradación de nuestro entorno. Así mismo, reclamamos un seguimiento exhaustivo de las consecuencias ambientales del vertido así como de los efectos sobre la salud de las miles de personas que han resultado expuestas al fuel y a los disolventes usados para la limpieza personal. Sería lamentable que, transcurridos estos primeros meses de lógica preocupación, cayese en el olvido esta problemática, que debe abordarse de forma inmediata.

Solamente podremos llegar a utilizar de forma racional los numerosos productos químicos que tenemos a nuestro alcance si conseguimos un equilibrio entre beneficios y riesgos derivados de su uso. Para ello es cada vez más necesario que la gente de la calle, que los científicos, que todos nosotros exijamos una legislación apropiada a nuestro tiempo y que ésta se cumpla. Que todos juntos presionemos para que el control del medio ambiente, del transporte de mercancías peligrosas y, en suma, de las actividades potencialmente peligrosas para la salud sea una prioridad en nuestra sociedad actual, al tiempo que se reclame a la industria química un mayor aporte de sus inmensos recursos económicos para poder estudiar y contrarrestar los efectos negativos del uso inadecuado de sus derivados. Paralelamente, el gobierno español debe apostar de una forma clara por la investigación en materia de protección del medio ambiente y salud ambiental. Los numerosos casos de delito ecológico, de los que sólo nos llegan noticias cuando su magnitud no permite ocultarlos, deben tener una respuesta inmediata y contundente para que no vuelvan a repetirse.

Con este manifiesto pretendemos que las políticas medioambientales sean definitivamente incorporadas a nuestro pensar y el de nuestros políticos para que el "Nunca máis", grito unánime nacido en nuestro país tras la catástrofe del Prestige, no quede relegado a un nuevo y desesperado grito utópico.

Texto ratificado por:
Consejo del Depto. Ciencias Experimentales
Universidad Jaume I (UJI)

Campus de Riu Sec.
12071 - Castelló de la Plana.
19 Diciembre de 2002.

Equipo rectoral de la Universidad Jaume I (UJI)
Junta de Gobierno.
8 Enero 2003.


Más información en Internet:
* www.greenpeace.es/gp2/petroleo/petroleo1.htm
* Analítica del Producto vertido por el Prestige. Centro francés de Investigación y Experimentación de la contaminación por accidentes
* Greenpeace y 96 científicos gallegos evalúan las consecuencias
* Rueda de Prensa en el Puerto de Muxía junto a Sebastián Losada, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace

Más información en Ibérica 2000:
* Últimas noticias de la catástrofe del Prestige.
* Yana Curi/Oro Negro. (Ecuador)
* Pueblos indígenas afectados por las petroleras.
* Era el mejor lugar de la SELVA. Ecuador.
* Portal de los Hielos Eternos.
* Manos a la obra con Galicia.
* Recopilemos Información para ayudar.
* Cartas publicadas sobre la contaminación en Galicia. España.
* El Ministerio de Medio Ambiente en Madrid, cierra por vacaciones.
* Teléfonos del Voluntariado en toda España. Informate!
* Accidentes de vertidos de petróleo en Venezuela. Un grito de auxilio y un ruego.

Insertado por: Ciencias (21/01/2003)
Fuente/Autor: Dres. Félix Hernández, Vicent Moliner y Josep Ma. Trigo Profesores Depto. Ciencias Experimentales
 

          


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