| El debate que nunca existió |
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| LA INCAPACIDAD DE DIALOGAR |
| Incluso ya desde los tiempos de Fraga que inauguraban la democracia vacilante, el debate político ha tenido un bajísimo nivel. |
No hay propiamente estadistas desde la Segunda República, ni oradores brillantes, ni argumentadores sólidos. Y menos como replicantes. Todo tópicos, todo animus inuriandi, todo mirando más al tosco elector que al raciocinio y al arte de polemizar por parte de la derecha impresentable. La izquierda no tiene más que desmontar la premisa mayor de cada silogismo, la más fea manera de razonar. Es como si para entrar en liza con el discutidor, hubiera que enseñarle antes a leer...
Pese a que se habla del debate polìtico en España, no hay tal debate. ¿Se puede llamar debate al desencuentro entre el sensato que ha de limitarse a encajar con estoicismo, y el neurasténico que no hace más que esgrimir mentiras y continuas recusaciones sin fundamento, y que va contra sus propios actos en pasadas legislaturas? ¿Se puede llamar polémica a lo que no es más que trifulca tabernaria en la que sólo cabe paciencia, refreno, moderación frente a periodistas esquizoides y políticos frenopáticos en un diálogo inexistente?
¿Cuándo se ha visto que la oposición y sus turiferarios mediáticos hayan puesto en un brete dialéctico al gobierno? ¿Cuándo hemos visto que otorgaran, aunque sólo fuese para hacerse fuerte en la contestación? ¿Sabe esta gente qué es un encuentro dialéctico? ¿Ha leído las Instituciones Oratorias de Fabio Quintiliano o los Diálogos de Platón o el famoso debate entre Bertrand Russell y el Padre F.C. Copleston S.J. radiado en 1948 en el Tercer Programa de la BBC sobre la existencia de Dios? Oír a la clase política discutir, es lo más tedioso que puede haber en este país de tan bajo nivel de exigencias en materia de argumentación.
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por: Jaime Richart (20/01/2007) |
| Fuente/Autor:
-Jaime Richart |
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