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Declaraciones desde la Selva Lacandona...

(2451)

UN MENSAJE DE CORAJE... DESDE MEXICO AL MUNDO.
Y queremos decirles a los hermanos y hermanas de la Europa Social, o sea la que es digna y rebelde, que no están solos. Que nos alegran mucho sus grandes movimientos contra las guerras neoliberalistas. Que miramos con atención sus formas de organización y sus modos de luchar para que tal vez algo aprendemos.

Bueno, pues ahora les vamos a decir lo que queremos hacer en el mundo y en México, porque no podemos ver todo lo que pasa en nuestro planeta y quedarnos nomás callados, como si sólo nosotros estamos donde estamos.

Pues en el mundo lo que queremos es decirle a todos los que resisten y luchan con sus modos y en sus países, que no están solos, que nosotros los zapatistas, aunque somos muy pequeños, los apoyamos y vamos a ver el modo de ayudarlos en sus luchas y de hablar con ustedes para aprender, porque de por sí lo que hemos aprendido es a aprender.

Y queremos decirle a los pueblos latinoamericanos que es para nosotros un orgullo ser una parte de ustedes, aunque sea pequeña. Que bien que nos acordamos cuando hace años también se iluminaba el continente y una luz se llamaba Che Guevara, como antes se llamó Bolívar, porque a veces los pueblos agarran un nombre para decir que agarran una bandera.

Y queremos decirle al pueblo de Cuba, que ya lleva muchos años resistiendo en su camino, que no está solo y que no estamos de acuerdo con el bloqueo que les hacen y que vamos a ver el modo de mandarles algo, aunque sea maíz, para su resistencia.

Y queremos decirle al pueblo norteamericano, que nosotros no revolvemos y sabemos que una cosa son los malos gobiernos que tienen y que pasan a perjudicar a todo el mundo, y otra muy diferente los norteamericanos que luchan en su país y se solidarizan con las luchas de otros pueblos.

Y queremos decirle a los hermanos y hermanas Mapuche, en Chile, que vemos y aprendemos de sus luchas. Y a los venezolanos que bien que miramos cómo defienden su soberanía o sea el derecho de su Nación a decidir para dónde va.

Y a los hermanos y hermanas indígenas del Ecuador y Bolivia les decimos que nos están dando una buena lección de historia a toda Latinoamérica porque ahora sí que le están poniendo un alto a la globalización neoliberal.

Y a los piqueteros y a los jóvenes de Argentina les queremos decir eso, que los queremos.

Y a los que en Uruguay se quieren un mejor país que los admiramos.

Y a los que están sin tierra en Brasil que los respetamos. Y a todos los jóvenes de Latinoamérica que está bueno lo que están haciendo y que nos da una gran esperanza.

Y queremos decirles a los hermanos y hermanas de la Europa Social, o sea la que es digna y rebelde, que no están solos. Que nos alegran mucho sus grandes movimientos contra las guerras neoliberalistas. Que miramos con atención sus formas de organización y sus modos de luchar para que tal vez algo aprendemos. Que estamos viendo el modo de apoyarlos en sus luchas y que no les vamos a mandar euros porque luego se devalúan por lo del relajo de la Unión Europea, pero tal vez les vamos a mandar artesanías y café para que lo comercializan y algo se ayudan en sus trabajos para la lucha. Y tal vez también les mandamos pozol que da mucha fuerza en la resistencia, pero quien sabe si les mandamos porque el pozol es más bien de nuestro modo y qué tal que les perjudica la panza y se debilitan sus luchas y los derrotan los neoliberalistas.

Y queremos decirles a los hermanos y hermanas de África, Asia y Oceanía que sabemos que también se están luchando y que queremos conocer más de sus ideas y sus prácticas.

Y queremos decirle al mundo que lo queremos hacer grande, tan grande que quepan todos los mundos que resisten porque los quieren destruir los neoliberalistas y porque no se dejan así nomás sino que luchan por la humanidad.

Bueno, pues en México lo que queremos hacer es un acuerdo con personas y organizaciones mero de izquierda, porque pensamos que es en la izquierda política donde mero está la idea de resistirse contra la globalización neoliberal, y de hacer un país donde haya, para todos, justicia, democracia y libertad. No como ahorita que sólo hay justicia para los ricos, sólo hay libertad para sus grandes negocios y sólo hay democracia para pintar las bardas con propaganda electoral. Y porque nosotros pensamos que sólo de la izquierda puede salir un plan de lucha para que nuestra Patria, que es México, no se muere.

Y entonces, lo que pensamos es que, con estas personas y organizaciones de izquierda, hacemos un plan para ir a todas las partes de México donde hay gente humilde y sencilla como nosotros.

Y no es que vamos a decirles qué deben hacer o sea a darles orden.

Tampoco es que vamos a pedirles que voten por un candidato, que ya sabemos que los que hay son neoliberalistas.

Tampoco es que les vamos a decir que hagan igual a nosotros, ni que se levanten en armas.

Lo que vamos a hacer es preguntarles cómo es su vida, su lucha, su pensamiento de cómo está nuestro país y de cómo hacemos para que no nos derroten.

Lo que vamos a hacer es tomar su pensamiento de la gente sencilla y humilde y tal vez encontramos en ella el mismo amor que sentimos nosotros por nuestra patria.

Y tal vez encontramos un acuerdo entre los que somos sencillos y humildes y, juntos, nos organizamos en todo el país y ponemos de acuerdo nuestras luchas que ahorita están solas, apartadas unas de otras, y encontramos algo así como un programa que tenga lo que queremos todos, y un plan de cómo vamos a conseguir que ese programa, que se llama "programa nacional de lucha", se cumpla.

Y entonces, según el acuerdo de la mayoría de esa gente que vamos a escuchar, pues hacemos una lucha con todos, con indígenas, obreros, campesinos, estudiantes, maestros, empleados, mujeres, niños, ancianos, hombres, y con todo aquel que tenga bueno su corazón y tenga la gana de luchar para que no se acabe de destruir y vender nuestra patria que se llama "México" y que viene quedando entre el río Bravo y el río Suchiate, y de un lado tiene el océano pacífico y del otro el océano atlántico.


DE COMO LO VAMOS A HACER...

Y entonces ésta es nuestra palabra sencilla que va dirigida a la gente humilde y simple de México y el mundo, y a ésta nuestra palabra de ahora la llamamos:
Sexta Declaración de la Selva Lacandona.

Y aquí estamos para decir, con nuestra palabra sencilla, que...

* El EZLN mantiene su compromiso de cese al fuego ofensivo y no hará ataque alguno contra fuerzas gubernamentales ni movimientos militares ofensivos.

* El EZLN mantiene todavía su compromiso de insistir en la vía de la lucha política con esta iniciativa pacífica que ahora hacemos. Por lo tanto, el EZLN seguirá en su pensamiento de no hacer ningún tipo de relación secreta con organizaciones político-militares nacionales o de otros países.

* El EZLN refrenda su compromiso de defender, apoyar y obedecer a las comunidades indígenas zapatistas que lo forman y son su mando supremo, y, sin interferir en sus procesos democráticos internos y en la medida de sus posibilidades, contribuir al fortalecimiento de su autonomía, buen gobierno y mejora de sus condiciones de vida. O sea que lo que vamos a hacer en México y el mundo, lo vamos a hacer sin armas, con un movimiento civil y pacífico, y sin descuidar ni dejar de apoyar a nuestras comunidades.

Por lo tanto...
En el mundo...


1.- Haremos más relaciones de respeto y apoyos mutuos con personas y organizaciones que resisten y luchan contra el neoliberalismo y la humanidad.

2.- En la medida de nuestras posibilidades mandaremos apoyos materiales como alimentos artesanías para los hermanos y hermanas que luchan en todo el mundo.

Para empezar, vamos a pedir prestado a la Junta de Buen Gobierno de La Realidad, el Camión que se llama "Chompiras" y le caben parece que 8 toneladas, y lo vamos a llenar de maíz y tal vez dos tambos de 200 litros cada uno con gasolina o petróleo, según qué les conviene, y los vamos a entregar en la embajada de Cuba en México para que lo mandan en su pueblo cubano como un apoyo de los zapatistas para su resistencia contra el bloqueo norteamericano. O tal vez hay un lugar más acá para entregar porque siempre está retirado hasta la Ciudad de México y qué tal que se descompone el "Chompiras" y vamos a quedar mal. Y eso pues hasta que sale la cosecha que ahorita está verdeando en la milpa y si no nos atacan, porque si mandamos en estos meses que vienen pues puro elote mandamos y no llega bien ni en tamales, mejor en noviembre o diciembre, según.

Y también vamos a hacer acuerdo con las cooperativas de mujeres de las artesanías para mandar un buen tanto de bordados a las Europas que tal vez ya no son Unión, y también tal vez mandamos café orgánico de las cooperativas zapatistas, para que lo vendan y saquen un poco de paga para su lucha. Y si no se vende pues siempre pueden echar un cafecito y platicar de la lucha antineoliberal, y si hace un poco de frío pues se tapan con los bordados zapatistas que sí resisten bien hasta los lavados a mano y piedra y, además, no despintan.

Y a los hermanos y hermanas indígenas de Bolivia y Ecuador también les vamos a mandar un poco de maíz no-transgénico y nomás que no sabemos donde mero entregar para que llegue cabal pero sí estamos dispuestos para dar esta pequeña ayuda.

3.- Y a todos y todas que resisten en todo el mundo les decimos que hay que hacer otros encuentros intercontinentales, aunque sea otro uno. Tal vez diciembre de este año o enero próximo, hay que pensar. No queremos decir mero cuándo, porque se trata de que hacemos acuerdo parejo en todo, de dónde, de cuando, de cómo, de quién.

Pero que no sea de templete donde unos pocos hablan y todos los demás escuchan, sino que sin templete, puro plano y todos hablan, pero en orden porque si no pues pura bulla y no se entiende la palabra, y con buena organización todos escuchan, y así apuntan en sus cuadernos las palabras de resistencia de otros para que luego cada quien lo platica a sus compañeros y compañeras en sus mundos. Y nosotros pensamos que sea en un lugar que tenga una cárcel muy grande, porque qué tal que nos reprimen y nos encarcelan, y para no estar todos amontonados sino que presos pero, eso sí, bien organizados, y ahí en la cárcel le seguimos el encuentro intercontinental por la humanidad y contra el neoliberalismo. Entonces ahí luego les decimos cómo hacemos para ponernos de acuerdo en cómo nos vamos a poner de acuerdo. Bueno pues así es como pensamos hacer lo que queremos hacer en el mundo. Ahora sigue...

En México...

1.- Vamos a seguir luchando por los pueblos indios de México, pero ya no sólo por ellos ni sólo con ellos, sino que por todos los explotados y desposeídos de México, con todos ellos y en todo el país. Y cuando decimos que todos los explotados de México también estamos hablando de los hermanos y hermanas que se han tenido que ir a Estados Unidos a buscar trabajo para poder sobrevivir.

2.- Vamos a ir a escuchar y hablar directamente, sin intermediarios ni mediaciones, con la gente sencilla y humilde del pueblo mexicano y, según lo que vamos escuchando y aprendiendo, vamos a ir construyendo, junto con esa gente que es como nosotros, humilde y sencilla, un programa nacional de lucha, pero un programa que sea claramente de izquierda o sea anticapitalista o sea antineoliberal, o sea por la justicia, la democracia y la libertad para el pueblo mexicano.

3.- Vamos a tratar de construir o reconstruir otra forma de hacer política, una que otra vuelta tenga el espíritu de servir a los demás, sin intereses materiales, con sacrificio, con dedicación, con honestidad, que cumpla la palabra, que la única paga sea la satisfacción del deber cumplido, o sea como antes hacían los militantes de izquierda que no paraban ni con golpes, cárcel o muerte, mucho menos con billetes de dólar.

4.- También vamos a ir viendo de levantar; una lucha para demandar que hacemos una nueva Constitución o sea nuevas leyes que tomen en cuenta las demandas del pueblo mexicano como son: techo, tierra, trabajo, alimento, salud, educación, información, cultura, independencia, democracia, justicia, libertad y paz. Una nueva Constitución que reconozca los derechos y libertades del pueblo, y defienda al débil frente al poderoso.

PARA ESTO....

El EZLN enviará una delegación de su dirección para hacer este trabajo en todo el territorio nacional y por tiempo indefinido. Esta delegación zapatista, junto con las organizaciones y personas de izquierda que se sumen a esta Sexta Declaración de la Selva Lacandona, irá a los lugares a donde nos inviten expresamente.

También avisamos que el EZLN establecerá una política de alianzas con organizaciones y movimientos no electorales que se definan, en teoría y práctica, como de izquierda, de acuerdo a las siguientes condiciones:

No a hacer acuerdos arriba para imponer abajo, sino a hacer acuerdos para ir juntos a escuchar y a organizar la indignación; no a levantar movimientos que sean después negociados a espaldas de quienes los hacen, sino a tomar en cuenta siempre la opinión de quienes participan; no a buscar regalitos, posiciones, ventajas, puestos públicos, del Poder o de quien aspira a él, sino a ir más lejos de los calendarios electorales; no a tratar de resolver desde arriba los problemas de nuestra Nación, sino a construir DESDE ABAJO Y POR ABAJO una alternativa a la destrucción neoliberal, una alternativa de izquierda para México.

Sí al respeto recíproco a la autonomía e independencia de organizaciones, a sus formas de lucha, a su modo de organizarse, a sus procesos internos de toma de decisiones, a sus representaciones legítimas, a sus aspiraciones y demandas; y sí a un compromiso claro de defensa conjunta y coordinada de la soberanía nacional, con la oposición intransigente a los intentos de privatización de la energía eléctrica, el petróleo, el agua y los recursos naturales.

O sea que, como quien dice, invitamos a las organizaciones políticas y sociales de izquierda que no tengan registro, y a las personas que se reivindiquen de izquierda que no pertenezcan a los partidos políticos con registro, a reunimos en tiempo, lugar y modo que les propondremos en su oportunidad, para organizar una campaña nacional, visitando todos los rincones posibles de nuestra patria, para escuchar y organizar la palabra de nuestro pueblo. Entonces es como una campaña, pero muy otra porque no es electoral.

Hermanos y hermanas, ésta es nuestra palabra que declaramos:

En el mundo vamos a hermanarnos más con las luchas de resistencia contra el neoliberalismo y por la humanidad.
Y vamos a apoyar, aunque sea un poco, a esas luchas.
Y vamos, con respeto mutuo, a intercambiar experiencias, historias, ideas, sueños.

En México, vamos a caminar por todo el país, por las ruinas que ha dejado la guerra neoliberal y por las resistencias que, atrincheradas, en él florecen.

Vamos a buscar, y a encontrar, a alguien que quiera a estos suelos y a estos cielos siquiera tanto como nosotros.

Vamos a buscar, desde La Realidad hasta Tijuana, a quien quiera organizarse, luchar, construir acaso la última esperanza de que esta Nación, que lleva andando al menos desde el tiempo en que un águila se posó sobre un nopal para devorar una serpiente, no muera.

Vamos por democracia, libertad y justicia para quienes nos son negadas.

Vamos con otra política, por un programa de izquierda y por una nueva constitución.

Invitamos a los indígenas, obreros, campesinos, maestros, estudiantes, amas de casa, colonos, pequeños propietarios, pequeños comerciantes, micro empresarios, jubilados, discapacitados, religiosos y religiosas, científicos, artistas, intelectuales, jóvenes, mujeres, ancianos, homosexuales y lesbianas, niños y niñas, para que, de manera individual o colectiva participen directamente con los zapatistas en esta CAMPAÑA NACIONAL para la construcción de otra forma de hacer política, de un programa de lucha nacional y de izquierda, y por una nueva Constitución.

Y pues ésta es nuestra palabra de lo que vamos a hacer y de cómo lo vamos a hacer. Ahí lo vean si es que le quieren entrar.

Y les decimos a los hombres y mujeres que tengan bueno su pensamiento en su corazón, que estén de acuerdo con esta palabra que sacamos y que no tengan miedo, o que tengan miedo pero que lo controlen, pues que digan públicamente si están de acuerdo con esta idea que estamos declarando y pues así vamos viendo de una vez quién y cómo y en dónde y cuándo es que se hace este nuevo paso en la lucha.

Por mientras lo piensan, les decimos que, hoy, en el sexto mes del año de 2005, los hombres, mujeres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional ya nos decidimos y ya suscribimos esta Sexta Declaración de la Selva Lacandona, y firmaron los que saben y los que no lo pusieron su huella, pero ya son menos los que no saben porque ya se avanzó la educación aquí en este territorio en rebeldía por la humanidad y contra el neoliberalismo, o sea en cielo y tierra zapatistas.

Y ésta fue nuestra sencilla palabra dirigida a los corazones nobles de la gente simple y humilde que resiste y se rebela contra las injusticias en todo el mundo.

¡DEMOCRACIA! ¡LIBERTAD! ¡JUSTICIA!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México, en el mes sexto, o sea en junio, del año del 2005.

Información relacionada y alojada en Ibérica 2000:
* Desde las montañas del Sureste Mexicano, al Mundo. (Enlaces...)
* ¿Cuál es la relación. Entre una nación y su cultura?
* Otro Terrorismo se fluye en la tierra.

Insertado por: Alfonso143 (01/07/2005)
Fuente/Autor: Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
 

          


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Publicado por el “Centro Latino Americano de Ecología Social, CLAES” - Junio de 2006
MÉXICO
* El zapatismo rebasado: sustentabilidad, resistencias indígenas y neoliberalismo.
Por Víctor M. Toledo, que es un destacado antropólogo mexicano. Integra el Centro de Ecología, Universidad Nacional Autónoma de México.
Vivimos una época sin precedente en la historia. Los procesos que antes solían visualizarse desde las ópticas convencionales de las ciencias naturales y sociales han mutado, y la realidad, no importa el segmento que se enfoque, escala ya niveles de complejidad jamás imaginados. Los fenómenos del mundo contemporáneo no sólo desbordan, y con creces, el análisis sociológico, ambiental y político, también rebasan los habituales instrumentos humanos de conocimiento, introduciendo de paso una crisis de carácter epistemológico.
La humanidad parece entrar en lo que T. Homer-Dixon (2000) ha llamado la "era de la ingenuidad", la época en la que los problemas generados por la humanidad se han vuelto tan complejos que han rebasado sus propias capacidades para resolverlos. En resumen, "...nos encontramos con cada vez más problemas en situaciones que no pueden ser comprendidas ni adecuadamente resueltas con las actuales instituciones e ideas, con las concepciones vigentes de lo político" (Beck, 2002:17).
Paradójicamente, el planeta vive una ebullición en el mundo de las ideas y en el de los movimientos sociales de nuevo cuño que proliferan y se multiplican, a pequeña escala. Estos proyectos tienen que ver con la justicia social, la reparación de la naturaleza, las reivindicaciones culturales, étnicas y de género, la democratización de las comunicaciones, la ciencia y la tecnología, la domesticación y socialización del mercado, el retorno de la espiritualidad, el manejo ecológico, el consumo justo y sano y, sobre todo, la participación social como eje de una nueva ética y de una praxis política renovada.
El rasgo principal que las agrupa y define es la construcción del poder en territorios particulares y concretos, el "empoderamiento" local y regional, la reparación del entramado ecológico y social del espacio mediante la organización y la resistencia ciudadanas.

"México: resistencias indígenas frente al neoliberalismo"
En su libro "La desmodernidad mexicana", Sergio Zermeño avanza de manera inédita en el análisis del "empoderamiento", del "capital social", de la "densidad societaria". Según él, la clave para que la humanidad supere su crisis se encuentra en la recuperación del poder por parte de la sociedad civil, hoy secuestrado por la política (estados y partidos) y el capital (y su mercado de economía abierta).
Para fundamentar sus tesis, Zermeño hace un recuento de seis experiencias: las llamadas "redes territoriales" que existen en algunos países, el plan de desarrollo del delta del bajo Misisipi, los llamados caracoles o juntas de buen gobierno del EZLN, y tres ejemplos a diferentes escalas de lo que he llamado el "otro zapatismo" o el "zapatismo silencioso", experiencias comunitarias o de cooperativas, basadas en el control de los territorios, la producción ecológica, y los principios de un "desarrollo sustentable".
Llama la atención la selección realizada por el autor. Si dejamos fuera los dos ejemplos ajenos a la realidad mexicana, encontramos las dos modalidades de resistencia no sólo rural, sino indígena, que existen en México frente al neoliberalismo: la impulsada por el EZLN mediante los caracoles, y la miríada de experiencias de corte "ecológico" que desde hace más de dos décadas se multiplican por todo el país.

Indígenas y sustentabilidad: el "zapatismo silencioso"
Fuera de los reflectores, los micrófonos y las cámaras, en el México rural han venido creciendo y multiplicándose un conjunto de iniciativas y experiencias de escala comunitaria o micro regional dirigidas al empoderamiento social. Sin pretender ir más allá de sus propios ámbitos territoriales, sin la necesidad de definirse políticamente, y con enorme flexibilidad para negociar, administrar y gestionar todo aquello que convenga a sus objetivos de autogestión y autonomía locales, estas iniciativas indígenas encierran un riquísimo caudal de experiencias en la batalla contra el neoliberalismo y por la reconstrucción ecológica y social.
Su principal rasgo es que, a diferencia del zapatismo, estos movimientos no trazan una frontera infranqueable a las fuerzas y agentes externos. Con la seguridad de su auto-organización, poseen la capacidad (afinada mediante el ensayo permanente) de regular y conducir sus relaciones con el exterior. No en balde la autogestión se define como la capacidad de controlar los procesos que afectan a cierta comunidad humana, definición que coincide con las versiones más críticas y coherentes de sustentabilidad.
Su presencia se extiende por varias de las regiones indígenas del centro y sur de México, y alcanza su máxima expresión en Oaxaca, donde un inventario reciente (Anta y Pérez-Delgado, 2004) identifica 616 comunidades, de las cuales unas 200 muestran alto grado de avance. Otras regiones que destacan son el corredor que va de la reserva de Sian Kaán, en Quintana Roo, a la de Calakmul, en Campeche, porciones de la Sierra Norte de Puebla y de la sierra de los Tuxtlas, en Veracruz, la región del Balsas en Guerrero y comunidades forestales de Michoacán, Jalisco y otros estados.

Chiapas no es la excepción.
Colindando o cerca de los caracoles zapatistas existen unas cuarenta organizaciones indígenas productoras de café orgánico (uniones de ejidos, cooperativas y sociedades), varias iniciativas de turismo ecológico y experiencias agroecológicas auspiciadas por la iglesia, que avanzan firme y silenciosamente en la reconstrucción ecológica y social de sus espacios.
Lo interesante es que buena parte de las metas levantadas por el EZLN han sido alcanzadas en esos proyectos, y a "la lucha por la libertad, la democracia y la justicia" agregan esfuerzos por el control del territorio, los recursos naturales, la producción, el conocimiento, la tecnología, la gestión, la educación y la cultura.

El zapatismo rebasado.
En la Sexta Declaración de la Selva Lacandona el EZLN anuncia su decisión de buscar nuevos aliados para resistir la globalización neoliberal. Sorprende que decida unir sus esfuerzos con campesinos, trabajadores, obreros, estudiantes, mujeres, jóvenes, homosexuales, lesbianas, transexuales, sacerdotes, monjas y luchadores sociales, y que no haga una sola referencia a las miles de comunidades indígenas volcadas a la búsqueda de la sustentabilidad.
También resulta extraño que la sexta declaración no tome como referente central el mundo de la naturaleza, no obstante que en la cosmovisión mesoamericana es prácticamente imposible visualizar toda lucha social y toda resistencia cultural sin los elementos naturales. La tierra, el maíz, el monte y sus deidades, los ciclos agrícolas, los huertos, los jardines de café, la flora y la fauna, los manantiales y los ríos son siempre aliados materiales y espirituales de toda lucha indígena, fenómeno que nutre de manera permanente las experiencias indígenas de sustentabilidad.
Igualmente resulta inexplicable el que la gran mayoría de los intelectuales ligados al neozapatismo (Pablo González Casanova, Alain Touraine, Adolfo Gilly, Neil Harvey, Hermann Bellinghausen) no se hayan percatado de la existencia de esa otra resistencia de carácter indígena que, en paralelo, ha crecido más y ha sido más exitosa en su empeño por controlar los efectos de la globalización neoliberal.

El EZLN: ¿movimiento social o partido político?
El rasgo principal de todo movimiento social es su capacidad para "construir, no tomar el poder" en territorios concretos y específicos, por lo cual se necesita "territorializar el discurso", es decir, las metas y métodos deben tener siempre un referente espacial (local, comunitario, regional, municipal).
Con la creación de los caracoles, el EZLN había tomado el camino correcto, pues no se puede construir el poder sino a partir de los hechos edificados cotidianamente y en el espacio que se reconoce como territorio de toda acción transformadora o restauradora. Ello suponía cierta renuncia a los intentos del zapatismo de nacionalizar y aun universalizar su discurso y su lucha.
Con la sexta declaración el EZLN retorna a sus antiguas obsesiones meta territoriales (alianza obrero-campesina, nueva constitución mexicana, más encuentros intergalácticos), haciendo evidente una incongruencia: antes que pregonar nuevas alianzas nacionales, internacionales o intergalácticas se debe demostrar que se es capaz de visualizar y de poner en práctica una modernidad alternativa al neoliberalismo en los propios territorios.
Hoy, la verdadera resistencia a la maquinaria neoliberal globalizada debe construir desde la base un proyecto alternativo en la gestión de los recursos naturales, el uso de la ciencia y la tecnología, la democracia local, la producción y los mercados, la salud y la alimentación, la administración, la educación y la cultura. En esta perspectiva, la principal fuente de inspiración para el EZLN sigue estando en las experiencias que los pueblos indígenas del país (y del mundo) han echado a andar en la ruta, incipiente pero firme, de la sustentabilidad.
La decisión implica resolver una contradicción permanente del zapatismo: su deseo de presentarse ante el mundo como movimiento social (de ahí su demoledora crítica a los partidos políticos), pero esgrimiendo objetivos que atañen claramente a asociaciones políticas (obligada definición ideológica, militancia, luchas de escala nacional e internacional, organización centralista, cambios en leyes).
Mientras tanto, la reinvención de la política (Beck) continuará desarrollándose al tiempo que en paralelo se construye, teórica y prácticamente, una modernidad alternativa al "sueño neoliberal". La resistencia ciudadana contra el neoliberalismo seguirá avanzando por todos los rincones del mundo, mediante nuevas fórmulas inimaginables para las viejas teorías basadas en la lucha de clases y la toma del poder mediante partidos.
Ahí están para demostrarlo las propuestas de empoderamiento local en las áreas rurales basadas en la sustentabilidad y en la agroecología no sólo de México, sino de Finlandia y Bután, de Japón y los países andinos, del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil, las organizaciones indígenas de la Cuenca Amazónica, Bangladesh e Indonesia y las comunidades forestales de Centroamérica.
Nombre: Víctor M. Toledo  (11/07/2006) E-mail: Desde CLAES - México
 

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