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La precaria situación del Caballo Losino, en Burgos.

(2287)

UN PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL, QUE SE EXTINGUE... EN ESPAÑA.
Ricardo de Juana Aranzana, comparte con todos nosotros la situación lamentable de un patrimonio abandonado, que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, está dando la espalda a su esencial responsabilidad.

Algunos aspectos importantes para comprender la grave situación por la que atraviesa el “Proyecto de Recuperación y Cría en Pureza del Caballo Losino”.


El caballo losino es una raza muy antigua (de las más antiguas del mundo), es autóctona de Burgos, y se ha criado siempre en régimen de semi-libertad en los montes de esta provincia.

En los años ochenta estuvo muy cerca de extinguirse a causa de la mecanización de las labores agrícolas, ya que el uso al que se destinaba a esta raza últimamente era el de producción de mulas para tal fin.

En el año 1985 se me ocurrió hacer un estudio personal sobre la situación de esta raza. Muchos veterinarios la consideraban ya extinguida, sin embargo, después de recorrerme todo el norte de la provincia de Burgos, logré encontrar 30 yeguas y dos caballos de pura raza. Estos animales vivían incomunicados entre sí, inmersos en ganaderías de otras razas. La mayoría eran de avanzada edad y corrían gran riesgo de desaparecer.

En vista de la gravedad de la situación decidí adquirirlos y reunirlos en los montes de Pancorbo (Burgos) donde se vienen criando desde entonces.

Su número ha crecido considerablemente (hoy son 270 ejemplares) así como su calidad. Viven en un monte propiedad del Ayuntamiento de este pueblo y gestionado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, de una extensión de 700 Has., lo que permite mantener a todo este ganado sin necesidad de complementarles la dieta alimenticia.


Pasan toda su vida en este monte, incluidos los inviernos que en esta zona suelen ser muy duros, sin que esto suponga ningún inconveniente para ellos. Las yeguas paren casi todos los años y lo hacen en completa libertad.

Se podría decir que pasan su vida de la misma manera que lo hicieron sus antepasados prehistóricos, salvo por una alambrada de 16 Km, que les impedía salir de este monte e invadir las fincas de cultivo que le rodean y porque les capturaba una vez al año para desparasitarlos y retirar a los potros para su doma.

Desde el comienzo de este proyecto me puse en contacto con todas las administraciones implicadas en este asunto (Cría Caballar (Ministerio de Defensa), Ministerio de Agricultura, Junta de Castilla y León, Diputación de Burgos y Ayuntamiento de Pancorbo)

Por una normativa de la CEE la responsabilidad del mantenimiento de esta raza recayó en la Junta de Castilla y León.
Solicité su ayuda y me fue concedida por tres años, lo que me permitió plantear e iniciar el proyecto. Si embargo, a partir de 1992-93 hubo un cambio radical en su actitud y, a partir de entonces me han escatimado su apoyo y me han aburrido con sus inspecciones, controles, sanciones administrativas y todo tipo de trabas al desarrollo del “Proyecto de Recuperación del Caballo Losino”.


Esta falta de apoyo y entendimiento ha llevado al proyecto de recuperación a una situación de extrema precariedad y de grandes limitaciones para su desarrollo y consolidación (al contrario de lo ocurrido en otras comunidades autónomas con otras razas autóctonas).

En el año 2000, un cacique local decidió cortarme 2.500 m., de alambrada. Le denuncié ante el Tribunal de 1ª Instancia de Miranda de Ebro pero, incomprensiblemente, la juez desestimó mi demanda y, sin embargo, aceptó las demandas que durante estos años me ha interpuesto el mismo cacique por los supuestos daños causados por mis yeguas en sus sembrados.

Reparé el destrozo y guardé al ganado, pero otra vez me ha vuelto a romper la alambrada y otra vez han bajado las yeguas a sus trigos y a los de otros labradores afectados (Los que aparecían en el reportaje de A3TV en España. Interpuse un recurso en la Audiencia Provincial pero, después de cuatro años, aún no ha dictado sentencia. Durante estos cuatro años he tenido que hacer frente a todas las indemnizaciones por los daños causados por las yeguas (del orden de 2.000.000 de pesetas/año) lo que, sumado a la precaria situación en la que me ha mantenido la JCyL, ha desencadenado mi más absoluta ruina económica.

De tratarse de una ganadería de otra raza (una raza que no estuviese en peligro de extinción) el único camino que me quedaría sería el de vender todo el ganado, pagar las deudas y esperar a que la Audiencia Provincial quiera emitir su sentencia.

Pero al tratarse de los únicos ejemplares puros (hay un informe de la Facultad de Veterinaria de Córdoba que lo confirma) me niego a venderlos ya que ¿Quién compraría 270 caballos salvajes? ¿Dónde los guardaría? ¡Seguramente acabarían en el matadero!

La alternativa tendría que pasar por que se implicase la Junta de Castilla y León en este asunto, se hiciera cargo de todo el ganado y continuaran ellos con el proyecto que yo empecé.

De alguna manera tendríamos que conseguir que la Junta asuma sus obligaciones y que mantenga las manadas salvajes de losinos para que sigan galopando en libertad por el Espacio Natural de los Montes Obarenes como lo hicieron desde la prehistoria.

Seguiré manteniéndoles informado de todo cuanto suceda con este asunto
Saludos cordiales.
Ricardo de Juana Aranzana.
Presidente de la Asociación Española.
De Criadores del Caballo Losino.
Telf...
losino@soscaballolosino.com
* Toda la información en su Web...

LA RECUPERACIÓN DEL CABALLO LOSINO.
Aquí tenéis el currículum cronológico detalle a detalle, extraído de... (Enlace...)

En el año 1985, arrastrado por una imperiosa curiosidad, inicio un rastreo metódico del Valle de Losa, en busca del caballo Losino. Comienzo mis visitas en el corazón del valle y voy ampliando el círculo hasta recorrer la periferia de la zona, en las provincias de Palencia, Santander, Vizcaya, Álava y Navarra. Durante mis viajes por la comarca procuro entrevistarme con personas ancianas, que recuerden bien a la raza original, así como con todas aquellas que me puedan aportar alguna información, como ganaderos, tratantes, transportistas de ganado, veterinarios etc.

En principio, el panorama es patético (para una persona con sensibilidad conservacionista) ya que, de la abundante población caballar de la comarca, la mayoría no tiene relación alguna con la raza losina y el resto está cruzado con Postier Bretón. De las conversaciones con los naturales se extraen las siguientes conclusiones: mantenían un concepto muy claro de la raza, hablaban de ellos con admiración, destacando su finura “eran más finos que el coral” solían decir, también su resistencia y capacidad para la carrera prolongada.

Distinguían el caballo Losino del Carranzano y del Orduntiego; el primero tenía mejores formas, más sólido y con una grupa más amplia y fuerte que las otras dos variedades. No faltaba quien, influido aún por las tesis de los defensores de la producción del caballo agrícola-artillero negaba la existencia de la raza o quería verla en los ejemplares cruzados.

A lo largo de algo más de un año de continuos viajes y gracias a mis informadores, logré localizar un total de 30 yeguas y dos sementales de indudable pureza, esparcidos por todo el área e incomunicados entre sí. Todos ellos respondían a las descripciones clásicas de la raza y al tipo definido por las personas que lo conocieron. La mayor parte de ellos eran animales adultos e incluso viejos, por lo que se hacía urgente una intervención.

Entre tanto fui conociendo a algunas personas que también estaban preocupadas por el incierto futuro de esta raza, entre los que destacaron Paloma Barrachina, Ángel Ruiz, Germán Arregui y Eugenio Fernández. El 7-12-86 nos reunimos en asamblea y decidimos actuar conjuntamente, para lo que constituiríamos algún tipo de asociación.

A los dos sementales les conocí en la “Feria del caballo losino y bretón” que se realiza anualmente en Criales de Losa, organizada por la Asociación de Amigos de Criales. A esta feria concurrían caballos de toda la comarca, pero tan solo se presentaban estos dos losinos, por lo que se alternaban anualmente para la obtención del premio.

Los sementales eran “Moro” de Felipe Zorrilla “Morris”, de Castrobarto, y “Blacki”, de Fernando Ungo, de Relloso. El primero era utilizado como montura para las faenas ganaderas, recela y repasador (cuando ya habían cubierto los sementales bretones, se le dejaba a él en el monte para que cubriese a aquellas yeguas que no hubieran quedado preñadas de los otros). El caballo ya tenía 20 años pero “Morris” se negaba a venderlo por la buena labor que le realizaba.

“Blacki” era más joven y un poco menor de alzada, y se utilizaba como recela y repasador. En Relloso había alguna yegua racialmente aceptable, y en especial la “Mora”, de “Rafi”, una yegua pequeña pero de gran pureza. Tanto esta yegua, como otras cinco más habían parido hijos de “Blacki”. De estos seis potros, dos eran machos y uno era hijo de la “Mora” (“Betún”). Este potro prometía ser un gran raceador, como luego pudo demostrar. Los seis animales habían sido vendidos a un carnicero que los iba a retirar en breve, por lo que decidimos comprarlos, lo cual llevamos a efecto el 1 de noviembre de 1986, trasladándolos a Condado de Valdivielso, a los establos de “Torines”, donde pasaron el invierno.

En los meses siguientes nos dedicamos a buscar algún monte en arrendamiento, para llevar a cabo nuestro proyecto de recuperación de la raza losina. Comenzamos a buscar en el Valle de Losa, ya que considerábamos que sería bueno criar a estos caballos en ese entorno. Esto no fue posible, bien por encontrarlos ocupados por otras ganaderías, por carecer de condiciones o por negarse el Ayuntamiento, como en el caso de San Martín de Losa, donde su alcalde nos aconsejó que no siguiésemos buscando pues “él no era partidario de arrendar los montes a forasteros”. Al no encontrar pastos en el valle, buscamos por las zonas aledañas, como Medina de Pomar (Villarán), Merindad de Cuesta Urría (Lechedo, Hierro y Vallujera) y Valle de Tobalina (San Martín de Don). Al final encontramos un pequeño monte de 85 Has. en Pinedo, Valle de Valdegobía, en Álava. Este monte, aunque pequeño y de poca calidad de pastos, estaba cerrado por una alambrada, tenía agua todo el año, tenía un precio accesible y era el único disponible en aquella ocasión, de manera que el 30 de enero del 87 cerramos trato con su alcalde, Eduardo Ortiz de Zárate.

El 1 de marzo, y después de haber reparado la alambrada, trasladamos allí a los seis potros, junto con las dos primeras yeguas que compramos,”Tizona "y "Colada”. También construimos un pequeño pajar de madera y metimos 130 fardos de paja, por si lo necesitaba el ganado.

El grupo de colaboradores ya había crecido a 15, pero, con las cuotas aportadas no era suficiente para cubrir todos los gastos y, sin embargo había que seguir comprando todas aquellas yeguas que racialmente lo merecieran. En el mes de mayo compré nueve yeguas, tres procedían del Valle de Soba, dos de Espinosa de los Monteros y las restantes de Puentedey. Las cinco primeras se llevaron temporalmente a Castrobarto, a un prado que alquilé, con el objeto de que fueran cubiertas por “el Moro”, las otras cuatro, que venían preñadas de un bretón, fueron llevadas directamente a Pinedo.

El 1 de abril del 88 pude cerrar trato con Felipe Zorrilla y comprarle a “Moro”, que fue llevado a unas cuadras de Pancorbo, con el fin de que pudiera recuperarse, pues su estado era ya muy malo. Una vez recuperado, le soltamos en Pinedo para que cubriera a las 11 yeguas con que contábamos en ese momento

El 2 de Mayo de 1988 hubo una reunión, en el Ayuntamiento de Pancorbo, a la que asistieron, además de el Sr. Montero, como Alcalde de Pancorbo, el Sr. Fernández Mardomingo, en representación de la Junta de Castilla y León, el Sr. Cadenas Bernal, en representación de la Diputación de Burgos, y una representación nuestra, para tratar sobre la mutua colaboración en el Proyecto de Recuperación y Cría en Pureza del Caballo Losino que pretendíamos llevar a cabo en este municipio.

También tuvimos una entrevista con el Teniente Coronel D. Tomás Pérez Adrián, Jefe de Cría Caballar de Burgos y Soria y gran entusiasta de la raza losina, quien, hasta su temprana muerte, siempre nos animó a seguir con el proyecto.

El 13 de Septiembre de 1988 acudimos al despacho de D. Gonzalo Sanz Oti, ingeniero de montes y jefe de la zona forestal de Pancorbo, para informarle de los pormenores del proyecto.

El 18 de octubre nos reunimos con el Ayuntamiento de Pancorbo, el Ingeniero Jefe, el Tte. Coronel y D. Pablo Gredilla, Jefe del Laboratorio Regional Agrícola.

El 12 de diciembre asistimos a la Junta Extraordinaria de la Comisión del Registro Matricula, presidida por el General Jefe de Cría Caballar, D. Gonzalo Navarro Figueroa, y cuyo punto 7º del orden del día era: Informe sobre petición de la Asociación del Caballo Losino para el reconocimiento de la raza. En él informamos sobre los orígenes de la raza, su crítica situación, las acciones llevadas a cabo en pro de su recuperación y de la intención de crear una Asociación de Ganaderos del Caballo Losino. La Junta aprobó iniciar los trámites para la apertura del Libro del Caballo Losino. ¡Por fin, después de tantos siglos de historia, iba ha ser reconocida oficialmente la raza!

El 20 de diciembre del 88, el Sr. Alcalde, el secretario del Ayuntamiento y yo, visitamos a D. Gonzalo Sanz Oti y, posteriormente, a D. Pascual Cadenas, en la Diputación de Burgos, para concretar las posibles ayudas para el cerramiento del monte Mayor de Pancorbo (MUP 200). Las ayudas eran posibles y suficientes, pero el ingeniero de montes puso como condición que se contase con el beneplácito de la Sociedad de Caza de Pancorbo ya que era la arrendataria de este aprovechamiento y podría verse afectada.

El 27 y 28 de diciembre tuvimos sendas reuniones con dicha sociedad, pero fue imposible llegar a un acuerdo, ya que pretendían indemnizaciones abusivas e inaceptables para el Ayuntamiento. Al día siguiente repetimos la visita al Sr. ingeniero para explicarle la situación; situación que, sin duda, él ya había imaginado. Se planteó otra alternativa, la de usar los pastos comunales, que en ese momento estaban desaprovechados. Estos pastos ya contaban con algunas zonas alambradas (aunque en tan mal estado que obligaba a su total restauración) y las zonas sin alambrada correspondían a los límites del término municipal, y por tanto del coto de caza, por lo que la Sociedad de Caza no se podría oponer. El problema era que el perímetro a cerrar era de 16 Km, que, al no tratarse de un Monte de Utilidad Pública, no era objeto de la aplicación de las ayudas oficiales y que, por tanto, tendría que asumir personalmente el costo de dicha obra.

En febrero de 1989 adquirí el material y comencé a alambrar ese sector de monte.

En marzo compré otras cuatro yeguas, procedentes de la Merindad de Sotoscueva, y las solté en el monte de Pancorbo.

El 23 de abril adquirí 11 yeguas, procedentes del Valle de Mena y fueron soltadas en el monte de Pancorbo, así como el ganado que teníamos en Pinedo, a excepción de dos yeguas y una potrilla, que no pudimos capturar para la ocasión. En ese momento había, en el monte de Pancorbo, un caballo, 23 hembras y dos potrillos, ya que las tres yeguas compradas en el Valle de Soba habían muerto en Pinedo, así como "Colada" y dos de las cuatro potras de Relloso. Los dos machos comprados en Relloso los teníamos en las cuadras de Pancorbo, donde fueron domados.

El 21 de julio vinieron a conocer al ganado y los pormenores del proyecto D. Emilio Ojeda Director, General de Producción Animal y D. Eusebio Guijarro, Director General de Sanidad Animal. Se acuerda la contribución, por parte de Sanidad Animal, con los medicamentos veterinarios necesarios para el Proyecto.

El 1 de julio de 1989 recibimos la visita del Consejero de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, D Fernando Zamácola. Le devolvimos la visita en Valladolid, diez días más tarde. En esta entrevista con el Sr. Consejero, se le hace entrega de una copia del Proyecto de Recuperación del Caballo Losino, se le informa de la situación, de las acciones realizadas y de las necesidades para el desarrollo de dicho proyecto, y se analiza la participación de la Junta de Castilla y León en él.

El 15 de julio de 1989 se constituye la Sociedad particular civil denominada “Sociedad para la Recuperación y Cría en Pureza del Caballo Losino”, cuyos socios fueron: Carlos y Bernardo Aldama Álava, Ángel Ruiz Clemente, Germán Arregui Sánchez, Eduardo de Juana Sardón y José María, Fernando, Eduardo y Ricardo de Juana Aranzana. Su capital social era de dos millones setenta mil pesetas, dividido en 207 participaciones, de las que ocho pertenecían a Eduardo de Juana Sardón, 164 a Ricardo de Juana Aranzana y cinco a cada uno de los restantes socios. Se tomó el acuerdo unánime de nombrarme Administrador único de la Sociedad

El 5 de agosto de 1989 presentamos a "Betún" y "Brezo" (los dos potros machos adquiridos en Relloso) a la Feria de Criales, donde consiguieron el primer y segundo premio, en la categoría de potros.

En agosto murió ”Moro” a la edad de 24 años. Sólo pudimos obtener de él 9 crías, de las cuales cuatro fueron machos.

El 10 de octubre de 1989 visitamos a D. Emilio Ojeda, en su despacho de Valladolid, para concretar la participación de la Consejería de Agricultura y Ganadería en el Proyecto de Recuperación del Caballo Losino.

El 15 de octubre batimos el monte de Pancorbo para capturar al ganado y proceder a su marcaje, desparasitado y retirada de cuatro potros.

El 21 de octubre de 1989, después de múltiples intentos fallidos, conseguimos atrapar a las dos yeguas y a la potrilla que aún permanecían en el monte de Pinedo, y las trasladamos a Pancorbo

El 25 de enero de 1990 vino un equipo de rodaje del programa “El Mundo del Caballo”, de TVE, a tomar imágenes de los caballos losinos.

El 10 de marzo se formaliza la solicitud de subvención a la Consejería de Agricultura y Ganadería.

En marzo subimos al monte a “Betún” para que comenzase a ejercer como semental de la ganadería.

En abril comenzaron a bajarse las yeguas a las fincas de Obarenes (pedanía próxima a Pancorbo), y aunque las metíamos y nos dábamos prisa en repasar la alambrada, no pudimos evitar que se escapasen durante algunos días. El día 18 apareció muerta “Ferrera”, con dos tiros de escopeta en el cuello, justo detrás del cencerro. Subí con el sargento de la Guardia Civil a Obarenes para que la viese.

El 24 de abril de 1990 fuimos a Valladolid a firmar el convenio entre la Junta de Castilla y León y Sociedad para la Recuperación y Cría en Pureza del Caballo Losino. El 29 de junio tuvimos otra reunión con Emilio Ojeda.

La Junta de Consejeros del Gobierno de Castilla y León, celebrada el día 12 de julio de 1990, a propuesta del Consejero de Agricultura y Ganadería, aprobó la concesión de una subvención de catorce millones de pesetas a la Sociedad para la Recuperación y Cría en Pureza del Caballo Losino “... toda vez que el objeto social justifica sobradamente la concesión, no siendo posible promover concurrencia pública al constituir la única Entidad que define en su objeto social la recuperación y cría de la raza caballar losina”. De esta subvención se entregaron 7.000.000 en el año 90, 3.500.000 en el 91 y 3.500.000 en el 92. Los compromisos que adquirimos fueron:

1º.- la elevación del número de yeguas de cría hasta cuarenta, en un período de tres años, y la utilización de dos sementales en campo.

2º.- La adquisición de un solar y la edificación de las cuadras en Pancorbo, y el cerramiento de nuevas áreas de pastos comunales en su monte.

3º.- La colocación de un cartel en el que se haría constar que esa explotación estaba auxiliada por la Junta de Castilla y León.

4º.- La puesta a disposición de la Consejería de Agricultura y Ganadería de los datos obtenidos en la explotación.

El 12 de septiembre de 1990 nos entrevistamos con el Director Financiero de la Caja Rural de Burgos, con el objeto de tramitar un crédito puente que nos permita iniciar rápidamente los compromisos adquiridos con la Junta de Castilla y León.

Después de buscar entre todas las fincas adecuadas para la construcción de las instalaciones del Centro de Recuperación del Caballo Losino de Pancorbo, el 6 de noviembre de 1990 firmamos la escritura de compraventa de dos fincas colindantes, que sumaban una superficie de 3 Hectáreas y 18 áreas, al precio de 4.250.000 Pts.

El 8 de noviembre recibimos la visita de D. José Manuel Sánchez, Jefe del Servicio de Gestión y Apoyo de la JCyL.

El 11 de noviembre, Saturnino Ortiz Medina, vecino de Pancorbo, compró 14 potras de raza indefinida, para echarlas al monte, junto a nuestro ganado.

El 16 de febrero de 1991 firmamos el contrato con Construcciones Partenón, de Briviesca, para que se hiciesen cargo de la edificación de un pabellón , un pajar y un depósito de agua, en la finca.

El 18 de febrero dejo mi domicilio y profesión en Madrid y me traslado definitivamente a Pancorbo.

El 6 de mayo de 1991 se constituyó, en Burgos, la Asociación Española de Criadores del Caballo Losino, fundada por D. Bonifacio Robredo Castresana, propietario de una yegua, D. Fernando Ungo Corral, propietario de “Blacky” y de “Pitita” y D. Eduardo de Juana Sardón y D. Ricardo de Juana Aranzana, en representación de la Sociedad para la Recuperación y Cría en Pureza del Caballo Losino.

En las Elecciones Municipales celebradas el 26 de mayo de 1991 me presenté (5º puesto) con la candidatura del PSOE. Perdimos, 176 PSOE – 190 PP.

El 15 de julio pagué 3.360.000 Pts más IVA, a Construcciones Partenón.

El 31 de julio compré la chapa lacada ondulada para la cubierta del pajar, para instalarlo personalmente, así como todos los hierros necesarios para la construcción de todas las puertas y ventanas de las cuadras y pinturas de interior y exterior.

El 12 de agosto de 1991 comenzamos las obras para la construcción de un muro periférico de las cuadras.

El 31 de agosto terminé de instalar el tejado del pajar.

El 18 de septiembre trasladamos a los caballos que teníamos en una cuadra de Pancorbo, a las cuadras nuevas

El 7 de noviembre de 1991 tiene lugar, en Pancorbo la primera Asamblea Plenaria de Socios de la Asociación Española de Criadores del Caballo Losino En ella se acuerda el nombramiento de la Junta Directiva, siendo nombrado Presidente D. Eduardo de Juana Sardón, Vicepresidente D. Fernando Ungo Corral, Secretario D. Ricardo de Juana Aranzana y Tesorero D. Bonifacio Robredo Castresana . A ella asisten como invitados D. Emeterio San Salvador, Jefe Provincial de Ganadería, D. Pascual Cadenas Jefe de los Sercicios de Agricultura y Ganaderia de la Diputación de Burgos, el Coronel D. Tomás Pérez Adrián, Delegado de la Junta Superior de Cría Caballar y D. Baudilio Fernández-Mardomingo, Jefe de la Unidad Veterinaria de Burgos. Que son nombrados miembros de la Comisión de Inscripción de ganado del Libro Genealógico provisional. Aceptan el nombramiento y se comprometen a ejercer su misión de acuerdo con las características raciales y normas de valoración contenidas en el Standard de la Raza propuesto en su día a la Junta Superior de Cría Caballar. A propuesta del Presidente son nombrados Socios de Honor los cuatro componentes de la Comisión de Inscripción

El 22 de noviembre acudimos a las oficinas de Valladolid, de la Consejería de Agricultura y Ganadería para presentar documentación de la ganadería y diapositivas del ganado. Se valoró el proyecto, los objetivos conseguidos, las dificultades y su continuación. Por nuestra parte se solicitó que, ya que la última aportación de la subvención vencía en el año 92, era conveniente plantear otra que permitiese el desarrollo de otra fase con nuevos objetivos. Explicamos la necesidad de domar a la mayor parte de los potros y presentarlos a ferias y concursos ganaderos, con el fin de divulgar la raza, ya que de poco sirve mantener una pequeña población relíctica de caballos en Pancorbo, si no se consigue que, al cabo de los años, de este núcleo partan reproductores a fundar nuevas ganaderías. Que despertar el interés por esta raza no podía plantearse exclusivamente desde un punto de vista romántico, sino también crematístico, dado que, como es perfectamente lógico, la mayoría de los ganaderos plantean sus explotaciones con ese criterio. Que el caballo losino tenía un buen potencial en ese sentido, siempre que se le diese la promoción adecuada, ya que a España se importaban anualmente miles de ponis, procedentes de Europa, con los que este caballo podría competir ventajosamente, por sus condiciones físicas, por su estética, y por su carácter. Que para poner en marcha estas acciones era necesaria la construcción de instalaciones específicas para la doma y el entrenamiento, así como el concurso de personal, tanto para la doma como para el mantenimiento de los potros estabulados e instalaciones También planteamos que dada la estrechez de la subvención, era imposible de atender al compromiso del cierre total del monte, la urgente necesidad de ello y la conveniencia de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de Pancorbo para garantizar unos pastos suficientes para el desarrollo del proyecto. Por su parte, la Consejería nos informa que estaría dispuesta a llegar a un convenio en el que participase el Ayuntamiento, que pudiera garantizar esos pastos durante unos años

El 29 de noviembre recibimos el envío anual de productos zoosanitarios remitido por Sanidad Animal de la Junta de Castilla y León.

El 12 de diciembre de 1991 tengo una reunión en el Ayuntamiento de Pancorbo con el nuevo equipo de gobierno y el secretario municipal. En esta reunión les expongo la necesidad de cerrar adecuadamente el monte de Pancorbo y de la posibilidad de llegar a un convenio por el cual el Ayuntamiento aportaría una porción de sus pastos comunales para el desarrollo del Proyecto de Recuperación del Caballo Losino, y la Junta de Castilla y León costearía su cerramiento, acondicionamiento de caminos, abrevaderos y manga de manejo y le compensaría económicamente. El día 20 viajamos a Valladolid la Alcaldesa de Pancorbo, su Concejal de Agricultura y yo, para entrevistarnos con D. Emilio Ojeda Sahagún, Jefe de Producción Animal. En esta reunión los representantes del Ayuntamiento mostraron su más enérgica oposición a la cesión de una porción de los pastos comunales.

El 10 de Marzo de 1992 tuve una nueva reunión con el Ayuntamiento de Pancorbo, sin lograr mover un ápice su postura.

El 2 de junio de 1992 acudo con una yegua, su rastra y una potra treintena a la Exposición Universal Ganadera de Salamanca, de donde regresamos el día 7.

El 7 de julio se detectan los primeros ataques de lobos en Pancorbo. En este ataque mataron 10 ovejas y dejaron heridas a muchas más.

Proseguimos con la construcción de las instalaciones en función de la ayuda disponible. El 15 de septiembre instalamos la estructura de un nuevo pabellón destinado a cuadras individuales.

El 31 de octubre de 1992, debido a los problemas que ocasionaba a cada uno de los miembros de la Sociedad para la Recuperación y Cría en Pureza del Caballo Losino la obligatoriedad de hacer trimestralmente la declaración fiscal del IVA, lo que, bien por despiste como por falta de información, ya había acarreado alguna sanción administrativa, tomamos la decisión unánime de disolver la Sociedad. Estipulamos que a cada socio le tendría que pagar 50.000 Pts en concepto de valoración disolutoria, lo cual efectué con los que me lo solicitaron, a excepción de los hermanos Aldama que me dijeron que no les corría ninguna prisa y que ya se lo pagaría cuando las cosas me fuesen mejor. Lo cierto es que ese momento nunca llegó y aún es el día en que no he podido resarcir esa deuda. A partir de ese momento me convierto en el único responsable del Proyecto de Recuperación del Caballo Losino, no solo en la práctica, que ya lo venía siendo, sino también legalmente.

El 6 de noviembre recibimos el envío anual de productos zoosanitarios.

El 15 de diciembre de 1992 tuvimos una reunión en el Gobierno Civil de Burgos, con el Sr. Gobernador, para informarle de los ataques de los lobos y de todos los pormenores referentes al Proyecto de Recuperación del Caballo Losino.

El 10 de abril de 1993 tiene lugar una asamblea de la Asociación Española de Criadores del Caballo Losino en Quincoces de Yuso, a la que asisten, como invitados Eduardo Ruiz Sanz-Amor y Julio Sainz Alonso. En ella se adoptó por unanimidad el acuerdo de solicitar a la Junta de Castilla y León la autorización o reconocimiento oficial figurados en el artículo 3.1 del RD 1026/1993, de 25 de junio, sobre selección y reproducción de ganado equino de razas puras, y solicitar la autorización para la creación y llevanza del Libro Genealógico de la Raza Caballar Losina. En su punto 6º y último se acuerda aceptar como socio a D. Julio Sainz Alonso, quien previamente lo había solicitado

El 30 de mayo de 1993 se presentan, en la Delegación de la Junta de Castilla y León de Burgos, las cuentas y justificantes del gasto de las subvenciones.

El 2 de mayo tuvo lugar una reunión con D. Baudilio Fernández Mardomingo, Jefe de Ganadería de Burgos, en la que se reitera la solicitud hecha en Valladolid el 22 de noviembre.

En junio de 1993 redactamos un informe titulado “Proyecto de Recuperación y Cría en Pureza del Caballo Losino – Situación actual y perspectivas”, en el que se hizo un balance de antecedentes, actuaciones, carencias y proyectos, y se solicitaba una ayuda a la Junta de Castilla y León de 40.000.000 de Pts. distribuidos en seis años.

El 23 de julio de 1993 se publicó el Real Decreto 1026/1993 por el que se transfiere a la Consejería de Agricultura y Ganadería el control técnico de los libros genealógicos de las asociaciones de su ámbito, perdiendo la Jefatura de Cría Caballar sus competencias sobre la raza losina

El 27 de octubre de 1993 tuvo lugar una reunión en Valladolid con D. Juan Antonio Ordás en la que se le presenta el informe, y se insiste en la urgencia de encontrar alguna solución para financiar al Proyecto de Recuperación del Caballo Losino. Se razona que cuando la raza losina desaparecía era por su escasa rentabilidad, que de haber sido económicamente rentable su cría, no necesitaría de ninguna ayuda oficial para su mantenimiento, que la J.C. y L. debería plantearse si merece la pena o no el mantenimiento de esta raza autóctona, que el losino podría llegar a ser rentable algún día pero para ello hace falta tiempo, selección e inversión y que nosotros estábamos dispuestos a hacer el esfuerzo físico, pero no nos era posible el esfuerzo económico. D. Juan Antonio Ordás nos insta a que la solicitud se haga a través de la Asociación Española de Criadores del Caballo Losino y que en él estén integrados todos sus asociados, pues consideraba que de esa manera tendría mejor recepción por parte de la Junta de Castilla y León. Nosotros alegamos que el único núcleo de ganado losino con capacidad suficiente para garantizar la supervivencia de la raza era el de Pancorbo, ya que contaba con 114 cabezas, mientras que el resto de asociados solo poseían dos yeguas muy viejas y un caballo (el padre de uno de nuestros sementales), pero que no teníamos ningún inconveniente en integrarles en el proyecto.

El 18 de marzo de 1994 recibimos el envío de los productos zoosanitarios que anualmente nos remitía la Junta.

El 28 de junio asistimos a la feria de ganado autóctono de Zamora, con seis potros treintenos, “Betún” y una mula burreña losina.

El 10 de agosto de 1994 tiene lugar la Asamblea General de Socios de la Asociación Española de Criadores del Caballo Losino, en Quincoces de Yuso. El Presidente informó de las conversaciones mantenidas con la Consejería de Agricultura y Ganadería, con respecto a la solicitud de ayudas y el núcleo de Quincoces planteó presentar una solicitud propia. El Presidente les instó a que la presentasen a la Dirección de la Asociación para poderla presentar, junto con la de Pancorbo, y que lo hicieran lo más rápidamente posible para no retrasar innecesariamente esta solicitud ya que el núcleo de Pancorbo estaba muy necesitado de ayuda económica. Se dio de baja como socio D. Bonifacio Robredo Castresana, por haber vendido su yegua y se dio de alta D. José Mata González, como propietario de una yegua de mi hierro. Se renovó la Junta Directiva, continuando como Presidente D. Eduardo de Juana Sardón, como secretario fue nombrado D. Eduardo Ruiz Sainz-Amor, como Tesorero D. Ricardo de Juana Aranzana y, como Vocal D. Julio Sainz Alonso. Se acordó solicitar a la Junta de Castilla y León el título de Entidad Colaboradora, así como la subvención correspondiente para el funcionamiento del Libro Genealógico.

El 15 de septiembre de 1994 visité, en su despacho de Valladolid, a D. Pedro Llorente, Director General de Medio Natural, para plantearle la situación del Proyecto de Recuperación del Caballo Losino ante la creación del Espacio Natural de los Montes Obarenes. D. Pedro Llorente me tranquilizó diciendo que no teníamos nada que temer sino todo lo contrario, ya que, así como la cabra hispánica es el animal emblemático de la Sierra de Gredos o el oso lo es de los Picos de Europa, el losino lo sería de los Montes Obarenes. También aproveché el viaje a Valladolid para visitar a D. Juan Antonio Ordás e informarle de la situación de nuestros requerimientos.

El 22 de septiembre recibí la visita de D. Eduardo Ruiz y de D. Julio Sainz

El 23 de septiembre de 1994 tiene lugar la 5ª Asamblea General de Socios de la A.E.C.C.L., en Pancorbo, en donde se informó del estado de cuentas y fueron examinadas por los asociados. Se acordó que cada asociado interesado presentaría, en el plazo máximo de 15 días, su previsión de necesidades, gastos etc., y su programa de conservación y mejora, en el que debería figurar el montante de inversiones en capital fijo circulante, así como los gastos de manutención, mano de obra etc., y su petición de ayuda tendría como máximo la cantidad de 300.000 Pts por cabeza para un periodo de 5 años. La Junta Directiva examinaría las aportaciones particulares, y en base a ellas, redactaría una Memoria conjunta para presentación a la Junta de Castilla y León.

El 29 de septiembre vuelven a visitarme los señores Ruiz y Sainz para hablarme de las subvenciones.

El 27 de octubre de 1994 presentamos nuestro proyecto a D. Juan Antonio Ordás, en su oficina de Valladolid. Ese mismo día remitieron los dos ganaderos de Quincoces de Yuso, su proyecto a la Asociación Española de Criadores del Caballo Losino, en el que afirman ser propietarios de 15 yeguas, 2 potras y un caballo. Este dato produjo perplejidad en el resto de los asociados, ya que estos señores habían adquirido su condición de socios por la adquisición del ganado perteneciente a D. Fernando Ungo y a D. Bonifacio Robredo, es decir dos yeguas de avanzada edad y un caballo, y no era posible que, en tan breve espacio de tiempo se hubieran reproducido tanto. Si no procedían de la reproducción de su ganado, ¿de donde habían salido?. Es cierto que, aunque en la Asamblea de 10-4-93 se acordó que se iniciase el Registro Provisional del Libro Genealógico, esto no había sido posible por no poder concertar a los miembros de la Junta de Admisión, pero esto no impedía que la Asociación conociera los efectivos con que contaba cada asociado.

El 19 de enero de 1995, en conversación telefónica con el Jefe del Servicio de Agricultura y Ganadería de Burgos, D. Baudilio Fernández-Mardomingo, me informa que no se va a estimar mi proyecto ni mi solicitud de ayuda y que la única alternativa que me queda es acogerme a las ayudas de una Orden que próximamente se pretende publicar

El 8 de junio de 1995 nos presentamos en la feria ecuestre de Madrid ECUMAD con seis ejemplares de pura raza losina.

El 4 de julio de 1995 se publicó en el B.O.C. y L.- nº 127, la Orden de 28 de junio de 1995, de la Consejería de Agricultura y Ganadería, por la que se regulan las ayudas para fomentar métodos de producción agraria compatibles con las exigencias de la protección y conservación del espacio natural. Entre sus objetivos está la conservación de razas en peligro de extinción, y una de las razas beneficiadas es el caballo losino.

A los pocos días me puse en contacto con D. Baudilio para hacerle ver que las ayudas contempladas en esa Orden eran muy escasas (10.000 Pts por animal), que con tan poca cuantía no se podría desarrollar ningún proyecto, sino, tan solo mantener el ganado existente y con grandes dificultades, que en su artículo 14.2 establece que los ejemplares tienen que estar inscritos en el Libro Genealógico de su raza, pero que éste aún no ha sido creado, a pesar de la insistencia de la A.E.C.C.L., que esto podría acarrear problemas al no existir un sistema que determine, con absoluta claridad, que caballos son de pura raza, y, por tanto beneficiarios de esas ayudas, y cuales no, y que los controles mencionados en su artículo 18 resultarían extremadamente difíciles con mi ganadería, ya que pasta libremente en un monte muy escabroso y extenso. A lo que el Sr. Fernández me repuso que esa era la única ayuda posible, que estaban acelerando los trámites para la creación del Libro Genealógico y que de los controles no me tenía por que preocupar ya que esos eran artículos redactados a nivel genérico pero que luego sería él el encargado de interpretarlos y que en el caso de la raza losina no se aplicarían con rigor ya que él conocía muy bien cuáles eran las dificultades que presentaba su manejo.

El 28 de julio de 1995, en vista de que no podía conseguir de la Junta de Castilla y León una ayuda para el desarrollo del Proyecto de Recuperación, y que las necesidades económicas por las que estaba pasando no me dejaban más alternativa, presenté la solicitud para acogerme a las ayudas contempladas en la citada Orden.

El 9 de septiembre sufrí un ataque agudo de ciática por lo que mi familia me trasladó urgentemente a Madrid en donde me diagnosticaron una hernia discal, aconsejándome los doctores que cambiase de actividad si quería recuperarme.

El 21 de diciembre de 1995 remití la carta al Jefe del Servicio de Sanidad Animal, en la que solicitaba la ayuda anual de los productos zoosanitarios. En esta ocasión me contestó diciendo que se me había retirado dicha ayuda y que, a partir de entonces, tendría que adquirirlos por mi cuenta.

El 10 de febrero de 1996 vinieron a conocer a la ganadería un equipo de investigadores de la Facultad de Veterinaria de Madrid, dirigido por el Dr. Cañón, con la finalidad de obtener muestras sanguíneas de ejemplares de la raza losina.

El 29 de marzo de 1996 visité a D.Pedro Llorente para tratar sobre los problemas que estaban causando los lobos en la cabaña losina.

El 6 de abril de 1996 ingresaron a D. Eduardo de Juana Sardón en el hospital Ramón y Cajal de Madrid aquejado de un infarto de miocardio.

El día 16 de abril de 1996 se presentaron en Pancorbo D. Eduardo Ruiz Sainz-Amor y D. Fernando Oña Santolaya, con la pretensión de que les hiciese el favor de presentar a la firma del Presidente, que a la sazón se encontraba internado en el hospital convaleciente de un infarto de miocardio, un certificado, redactado por el Sr. Ruiz, Secretario de la A.E.C.C.L., en el que decía: CERTIFICO: Que en el Acta número Seis, correspondiente a la Asamblea General de la Asociación celebrada el día Dos de Abril de Mil Novecientos Noventa y Seis, hay un acuerdo que transcrito literalmente dice así: “4.-PETICIÓN DE SUBVENCIÓN AL C.E.D.E.R. MERINDADES.- Vistas las dificultades normativas de la Junta de Castilla y León para conceder las indispensables ayudas a fondo perdido para la consolidación del núcleo de recuperación y cría del Valle de Losa, derivadas de no ser sus integrantes agricultores o ganaderos a título principal, condición esta que se exige en todos los decretos específicos de ayudas, y estudiado el actual programa de ayudas del CEDER-MERINDADES donde parece buscarse la eficacia de las acciones sin peregrinas limitaciones sobre sus promotores, y en el que alguno de sus objetivos (recuperación y valorización de razas autóctonas) son exactamente coincidentes con los de la Asociación, la Asamblea, tras estudiar la memoria preparada al efecto por los ganaderos integrantes del núcleo de recuperación de Losa, y comprobar que la consolidación de dicho núcleo de cría encaja a la perfección con la medida del apartado B-5 “Recuperación y valorización de razas autóctonas” y no es una acción económicamente productiva durante el periodo de recuperación y consolidación del núcleo de cría, aunque posteriormente pueda llegar a ser rentable, o al menos a autofinanciarse, decidió por unanimidad solicitar del CEDER-MERINDADES la financiación del 70% del presupuesto de consolidación del núcleo de cría del Valle de Losa, compuesto por los ganaderos asociados D. Julio Sainz Alonso, D. Eduardo Ruiz Sainz-Amor y D. Fernando Oña Santolaya.

El Sr. Presidente manifestó que dada su residencia en Madrid y su estado de salud, delegaba la representación de la Asociación para este exclusivo asunto en uno de los ganaderos del núcleo afectado, D. Eduardo Ruiz Sainz-Amor, delegación que pese a ser de su competencia deseaba someterla a la Asamblea, por lo que se pasó a votación y fue convalidada por unanimidad”

Lo que Certifico con el Visto Bueno del Presidente, en Quincoces de Yuso, a trece de Abril de Mil Novecientos Noventa y Seis.

Así mismo me presentó un Acta nº 6, según la cual se había celebrado una Asamblea General de Socios, en Pancorbo, el día 2 de abril de 1996. En este Acta no figura como socio D. José Mata y, sin embargo, en su punto 3 dice que se aprueba la admisión de D. Fernando Oña Santolaya en vista de una supuesta solicitud presentada por el interesado el 14 de mayo de 1995, y en su punto 4, figuraba el acuerdo anterior sobre solicitud de subvención al CEDER. Era obvio que tal Asamblea no se había producido, que tales acuerdos no se habían tomado, que mi padre jamás había delegado el cargo, que D. Fernando Oña jamás había presentado solicitud de admisión en la Asociación, que los documentos eran absolutamente falsos y que esos señores pretendían abusar de la precaria situación de la salud del Presidente.

En el momento en que fue posible se informó al Sr. Presidente, quien, ante la gravedad de los hechos y la absoluta pérdida de confianza en el Secretario, consideró oportuno instruir expediente a D. Eduardo Ruiz Sainz-Amor.

El 25 de Mayo de 1996 se convocó la 6ª Asamblea General de Socios de la A.E.C.C.L., en Pancorbo. Presenté ante la Asamblea un escrito del Presidente excusando su ausencia, por motivos graves de salud, y en el que delegaba el cargo y su voto, temporalmente, en mí. Una vez leído y mostrado públicamente fue aprobado por los asistentes, a excepción de D. Eduardo Ruiz Sainz-Amor, quien, si bien no se opuso a la delegación del cargo, sí lo hizo a la delegación del voto, por entender que no está especificado en los Estatutos. D. Fernando Oña Santolaya es presentado a la Asamblea por D. Eduardo Ruiz y D. Julio Sainz Alonso y propuesto como socio, en base a la posesión de 7 yeguas de raza losina, que dice haberle vendido recientemente el primero de éstos. Como Presidente en funciones propuse no tomar ninguna resolución sin comprobar previamente la pureza racial de estas siete yeguas, ya que es matemáticamente imposible que el núcleo losino de Quincoces se haya reproducido en tal medida. Los proponentes manifiestan que en realidad tales yeguas proceden de Vizcaya, a lo que les repuse que, en tal caso, era improbable que pertenecieran a la raza losina, que serían de la raza Pottoka o cruzados con ella. El Sr. Ruiz restó importancia al hecho, aduciendo que, a su juicio, la raza losina ni existía ni había existido nunca. En el punto 4º del orden del día presenté el expediente de separación incoado al socio D. Eduardo Ruiz Sainz-Amor, en base a los hechos acaecidos el día 16 de abril de 1996. Fue leído públicamente y puesto a votación, siendo aprobado por mayoría simple, con la abstención de D. Julio Sainz Alonso y el voto en contra del propio interesado.

El 12 de junio de 1996 asistimos a ECUMAD

El 5 de julio, a solicitud nuestra, tuvo lugar una reunión con el Consejero de Agricultura y Ganadería en Valladolid, a la que asistimos D Jesús Garzón, como representante del Fondo Natural Europeo y D. José Mata y yo, como representantes de la A.E.C.C.L. En el orden del día de esta reunión figuraban varios asuntos relacionados con el Proyecto de Recuperación del Caballo Losino pero no se nos dio la oportunidad de exponerlos.

El 7 de septiembre de 1996 tuvo lugar, en Pancorbo la 7ª Asamblea General de Socios de la A.E.C.C.L.. En su primer punto del orden del día se pasó lectura del Acta anterior así como del expediente de separación incoado a D. Eduardo Ruiz Sainz-Amor, quedando aprobados por unanimidad. En el 2º punto el Sr. Presidente informó que una hora antes de la primera convocatoria se habían presentado D. Julio Sainz y D. Eduardo Ruiz inquiriendo el motivo por el cual el segundo de ellos no había sido convocado a esa Asamblea, que él les había contestado que según el Acta nº 6 D. Eduardo Ruiz había sido expulsado de esa Asociación y que D. Julio Sainz, en muestra de disconformidad, tampoco quiso estar presente . También informó que, dado su estado de salud, deseaba cesar en el cargo. Se admitieron como nuevos socios a D. Ángel del Campo Cantera y a D. José A. Isasi Vicente por ser propietarios cada uno de ellos de una yegua losina de mi hierro. Se renovó la Junta Directiva, siendo nombrado yo como Presidente, D. Eduardo de Juana como Vicepresidente, D. José Mata como Secretario y D. Ángel del Campo como Tesorero.

El 27 de septiembre de 1996 acudimos con nuestro ganado a la feria SAMOA de Burgos.

El 2 de octubre de 1996asistimos con una representación de la raza losina a la feria EQUUS CATALONIA en Gerona.

El 13 de noviembre fuimos citados mi padre y yo en el despacho de D. Baudilio Fernández-Mardomingo, junto con representantes del núcleo de Quincoces. A mi padre le fue imposible trasladarse desde Madrid, tanto por su delicado estado de salud como por el inclemente tiempo de esas fechas. En ésta se me conminó, por parte del Jefe del Servicio de Agricultura y Ganadería a que rectificáramos nuestra decisión de expulsar a D. Eduardo Ruiz Sainz-Amor, a lo que me opuse por haber sido una decisión mayoritaria de la Asamblea General de Socios de la A.E.C.C.L., en la que yo ni podía ni quería influir. D. Baudilio me advirtió de que, próximamente se iba ha aprobar una subvención de 2.000.000 Pts. para la Asociación a la que se encomendase la gestión del Libro Genealógico de la Raza Losina, pero al haber expulsado al Sr. Ruiz el núcleo de Quincoces pretendía crear otra Asociación y, posiblemente se la darían a ellos. Yo alegué que nuestra Asociación siempre sería la más antigua, la que más ganaderos y ganado agrupaba y la que lo tenía solicitado desde el 12 de diciembre de 1987 a la Junta Superior de Cría Caballar y desde el 10 de abril de 1993 a la Consejería de Agricultura y Ganadería.

El 21 de enero de 1997 hice una llamada telefónica a D. Pedro Llorente para ver si habían resuelto algo con respecto al asunto de los lobos de los Montes Obarenes. Él quedó en llamarme cuando tuviese organizada una reunión en Burgos con los delegados territoriales de Medio Ambiente y Ganadería. Nunca fui avisado.

El 7 de mayo de 1997 presenté la solicitud de ayudas a las razas autóctonas.

El 6 de agosto sufrí un nuevo ataque de ciática que me duró hasta el día 12

El 15 de agosto sufrí una coz de una yegua de montura en el muslo izquierdo, cuyos efectos me duraron hasta el día 7 de septiembre.

El 17 de octubre de 1997 vinieron, sin previo aviso, dos veterinarios de la subdelegación de la Junta de Castilla y León en Miranda de Ebro a hacerme un control ganadero con relación a la solicitud de la ayuda a las razas en peligro de extinción. Les informé que en ese momento no había en los establos más animales que algunos potros para su doma, que el grueso de la ganadería, como es habitual, pastaban en el monte, y que si querían podíamos subir al monte para intentar verlos. Dijeron que tendrían que dar cuenta a sus superiores y se marcharon.

El 24 de octubre de 1997 se personaron repentinamente en las cuadras D. Baudilio Fernández-Mardomingo, Dª. Paloma Delgado ( Jefa de Ayudas) y dos veterinarios, a realizarme una inspección de la ganadería, En esa ocasión tenía el mismo ganado que el día 17. D. Baudilio me increpó que mi obligación era tenerlos recogidos para la ocasión, que se levantaría Acta negativa de la inspección y que las consecuencias podrían ser la pérdida de la subvención del año y la devolución de las obtenidas con anterioridad. Le recordé lo que habíamos hablado al respecto en su despacho, antes de asumir los compromisos, a lo que la Jefa de Ayudas alegó que las inspecciones administrativas eran ineludibles y que a mí me había tocado por ser el mayor propietario de animales de la raza losina.

El 20 de febrero de 1998 compré un camión de segunda mano. El transportista de ganado que habitualmente me realizaba los transportes se había jubilado por lo que tenía que depender de otros que residían demasiado lejos y o no me acudían o me cobraban un precio excesivo, de manera que no tuve otra opción que gastar la mayor parte de la subvención anual en la compra y acondicionamiento de este camión.

El 14 de mayo de 1998 se me convocó a una reunión en la Delegación de Agricultura y Ganadería en Burgos, para informarme del prototipo racial propuesto para el Libro Genealógico (ver anexo)

El 26 de mayo de 1998, la Asociación Española de Criadores del Caballo Losino remitió las alegaciones al Prototipo Racial propuesto por la Junta de Castilla y León (ver anexo), en el que, aparte de citar los antecedentes oportunos, se hacen objeciones técnicas al Prototipo, destacando por su gravedad la de que nuestra Asociación, después de haber mantenido abierta la inscripción de caballos losinos de origen desconocido en el Registro- Matrícula por tres años, lo mantenía cerrado desde el año 1989, de manera que, desde esa fecha, no se admitían más inscripciones de ejemplares losinos que los descendientes de los ya inscritos, y la Junta de Castilla y León proponía volverlo a abrir sin ninguna justificación, lo que atentaba contra la pureza de la raza y contra la labor de selección que veníamos realizando desde aquella fecha. No se recibió nunca contestación a nuestras alegaciones

El 5 de agosto de 1998 me citaron en el Ayuntamiento para tratar el asunto de los pastos.

El 3 de septiembre de 1998 vinieron dos veterinarios de la Junta a poner microchips a una punta de ganado que había capturado y trasladado a las cuadras.

El 22 de octubre de 1998 fui citado telefónicamente a una reunión, por Dª. Paloma Delgado, que tendría lugar al día siguiente en las dependencias de la Junta de Castilla y León en Burgos.

El 23 de octubre de 1998 asistí a esa reunión en el despacho de D. Baudilio Fernández-Mardomingo, Jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería, en la que se me informó de que se iba a proceder a otorgar la subvención a Asociaciones de Criadores de ganado por llevar a su cargo la gestión de los Libros Genealógicos. Esta ayuda era de dos millones de pesetas, pero tendría que admitir a los ganaderos de Quincoces y a su ganado o de lo contrario no la percibiría, a lo que respondí que el Sr. Ruiz Sainz-Amor había sido expulsado de la Asociación por la Asamblea General de Socios y sólo a ella le correspondía la revocación de esa decisión, yo, como Presidente no tenía más que un voto, aunque de calidad, y siempre sería contrario a dicha revocación por estar absolutamente convencido de que la actitud y proyectos del Sr. Ruiz ante la raza losina y ante la Asociación que la defendía eran altamente dañinos. Se me intentó hacer cambiar de criterio de muy diversas maneras pero no lo lograron. También se trató sobre el Prototipo Racial y de las alegaciones presentadas por nuestra Asociación. Insistí en los artículos 5.1 y 5.2, sobre la apertura de las Secciones del Registro Fundacional y del Registro Auxiliar, les razoné y advertí de la gravedad de tal decisión y del perjuicio que causarían, que esta raza, al haber sufrido tantos cruces a lo largo de tanto tiempo y por tan variadas razas, necesitaba ser seleccionada con un criterio muy severo, que ese criterio fue el que aplicamos cuando seleccionamos nuestro ganado, que, posteriormente, habían surgido individuos que, atraídos por las subvenciones y amparados por la falta de instrumentos legales que se lo impidiera, adquirieron ganado de los más diversos orígenes cuyo único parecido con la raza antigua era el ser pequeños y negros, que cualquier animal de los que nosotros habíamos desechado por impuros era racialmente mejor que los suyos y que era un abuso, una temeridad y un fraude incluir a esos animales en el mismo Libro Genealógico. Su respuesta fue que esos animales ya venían gozando de las ayudas oficiales desde hacía unos años y si se desestimaban, sus propietarios tendrían que devolver esas ayudas. Plantee que era su misión encontrar solución a ese inconveniente y que no les resultaría demasiado difícil, pero que su obligación prioritaria era velar por la recuperación y pureza de la raza losina

En el B.O.C. y L. de 24 de noviembre de 1998 (nº 226/1998), aparece publicada la Orden de 30 de octubre de 1998, de la Consejería de Agricultura y Ganadería, por la que se crea el Libro de Registro Genealógico de la Raza Equina Losina y se aprueba su funcionamiento.

El 27 de noviembrede 1998 fui citado en la Delegación de la Junta de Castilla y León en Burgos. En esa reunión estuvieron presentes D.Baudilio Fernández-Mardomingo, Dª. Paloma Delgado y D. Jesús Cortés del Amo. En esta ocasión se me conminó a que cambiara de actitud con respecto a la admisión del Sr. Ruiz Saiz-Amor en la Asociación Española y del ganado del núcleo de Quincoces de Yuso o, en base a la inspección realizada el 24 de octubre de 1997, me sería desestimada la concesión de ayuda a las razas autóctonas en peligro de extinción. Les recordé que cuando se inició la ganadería de Pancorbo se hizo con criterios puramente altruistas ya que entonces no existían subvenciones ni ningún tipo de ayuda, que la localización y adquisición de los últimos ejemplares de pura raza losina había sido posible por el esfuerzo económico y personal de particulares, que gracias a aquella iniciativa se reconoció oficialmente a la raza, se crearon las ayudas, el Libro Genealógico (aunque con 10 años de retraso) y se mantenía viva la raza losina. Que esta raza era patrimonio mundial pero que la responsabilidad de su mantenimiento era de la Junta de Castilla y León, y concretamente de la Delegación de la Consejería de Agricultura y Ganadería en Burgos, que ellos eran los máximos responsables de la Delegación y por tanto del futuro de la raza losina. Que desde el año 1993 venía solicitando un convenio con la Junta de Castilla y León en el que se fijaran las metas, los métodos y la financiación necesarios para recuperar a la raza losina, que nunca habían atendido ni discutido mis requerimientos y que tan solo me habían dejado la salida de acogerme a las ayudas previstas en el Reglamento CEE 2078/92. Que la finalidad de esa ayuda era la compensación de pérdida de renta frente a sistemas de explotación más competitivos pero que resultaba absolutamente insuficiente para el desarrollo de un mínimo programa de recuperación y fomento de la raza. Que me acogí a esa ayuda por indicación de D. Baudilio Fernández-Mardomingo y por ser la única alternativa que me daba, que, previamente, le manifesté las grandes dificultades que veía en el cumplimiento de los compromisos y muy especialmente en lo referente a los controles, ya que la cabaña en ese momento se componía de 150 animales salvajes que pastaban libres durante todo el año en un monte de 700 Ha., y me sería de todo punto imposible reunirlos en un plazo de 48 horas, como pretendía ese Reglamento, a lo que el Sr. Baudilio me había asegurado que en el caso del caballo losino no se aplicarían esos controles por entender que no eran posibles, y que sin embargo ahora era ese el argumento para dejar sin ayuda a mi ganado. Que la Junta de Castilla y León debía plantearse seriamente si consideraba oportuna o no la conservación de la raza, que si concluían que no lo merecía les agradecería que me lo dijeran y si decidían lo contrario que pusieran los medios necesarios. Que si el problema era yo, que no tuviesen ningún reparo en decírmelo, ya que mi afecto por la raza era tan alto que no dudaría en ceder la titularidad de la ganadería a la Junta de Castilla y León (a cambio de un justiprecio), con tal de ver hecha realidad su permanencia en el futuro, pero lo que no podían hacer era abandonarme a mí y a la raza a nuestra suerte, pues, al no disponer de recursos suficientes para mantenerla tendría que venderla y se dispersaría.

Por Resolución de 3 de diciembre de 1998, de la Dirección General de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, se desestimó mi solicitud de ayuda al fomento de razas autóctonas en peligro de extinción, correspondiente al año 1998.

El 1 de febrero de 1999 entregué, en el Registro de la Subdelegación de la Junta de Castilla y León en Miranda de Ebro, un escrito dirigido al Sr. Valín, Consejero de Agricultura y Ganadería.

El 22 de febrero de 1999 recibí la visita de dos funcionarios de la Consejería de Agricultura y Ganadería, en mis establos, con la intención de que les firmara un documento de siete páginas, del cual me dejarían copia para que posteriormente pudiera leerlo. Les expliqué que tenía por norma no firmar ningún documento sin haberlo leído previamente, de forma que procedí a su lectura. Nada más comenzar comprobé que se trataba de un Convenio de colaboración entre la Consejería y la “Asociación de Criadores de la Raza Equina Losina” y que se requería mi firma como presidente de ella. Les advertí de que la Asociación que yo presidía no se denominaba así, por lo que sería inútil que lo firmase, y que en el caso de estar correctamente escrito su nombre tampoco lo haría sin obtener previamente la conformidad de la Junta General de Socios. Ante mi negativa decidieron marcharse pero me pidieron que esos inconvenientes y las observaciones que quisiera hacer al documento se lo remitiese por escrito al Sr. Consejero. Cuando pude leer tranquilamente este “Convenio” pude apreciar que era absolutamente inaceptable, tanto por el fondo como por la forma, y que estaba claro que el Sr. Consejero no estaba interesado en encontrar la formula para rescatar a la raza losina, sino la que le permitiera quitarse el muerto de encima

Al día siguiente entregué en el Registro de la JCyL en Miranda de Ebro (Reg.Nº 106) un escrito en el que, además de lo relatado anteriormente, hacía una serie de observaciones, la primera de las cuales era: “Convenio es el texto que contiene lo acordado y esta Asociación no se acuerda de haber acordado nada”.

El 8 de marzo de 1999 tuvo lugar en el Ayuntamiento de Pancorbo una reunión del Concejal de Agricultura y los ganaderos del municipio, para tratar sobre el asunto de los pastos. En esta reunión se nos informó que ya no teníamos derecho a los pastos comunales gratuitos ya que nuestras ganaderías las consideraban industriales y no familiares. Este mismo Concejal había sido copropietario de una ganadería de más de 250 vacas que pastaron durante muchos años en los montes comunales de Pancorbo de forma gratuita. Entonces no existían estas clasificaciones.

El 23 de marzo de 1999 recibí una llamada telefónica de D. Mariano Alonso, Jefe de Sanidad y Producción Animal de Burgos en la que me citaba a una reunión en el edificio de la Junta de Castilla y León en Burgos, para el día 25. Esta reunión resultó ser para la constitución de la Comisión Central del Libro de Registro Genealógico de la Raza Equina Losina. Como asistentes figuraban D. Baudilio Fernández-Mardomingo, Jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería, el Jefe del Servicio de Medios y Ordenación Ganadera, el Jefe del Servicio de Sanidad y Producción Animal, la Jefa de Sección del Servicio de Medios y Ordenación Ganadera, tres miembros del núcleo de Quincoces de Yuso y yo. En esta reunión formalizaron la constitución de dicha Comisión, en la que me incluyeron como representante de la inexistente Asociación de Criadores de la Raza Equina Losina. Seguidamente, dicha Comisión acordó crear una Comisión de Valoración integrada por un ganadero propuesto por la Asociación de Criadores y por dos veterinarios propuestos por la Comisión Central del Libro de Registro. Les advertí que yo era Presidente de la Asociación Española de Criadores del Caballo Losino, que no conocía ni pertenecía a esa otra Asociación y que de los otros ganaderos presentes solo uno (José A. Isasi) pertenecía a mi Asociación, ya que D. Fernando Oña nunca había llegado a ser admitido como socio y D. Eduardo Ruiz había sido expulsado. A pesar de mis objeciones se empecinaron en continuar con la representación y me nombraron ganadero integrante de la Comisión de Valoración. La siguiente decisión fue mucho más grave pues consistió en incluir de oficio y sin examen previo a todos los animales que venían gozando de la subvención, así como a toda su descendencia. Protesté esa decisión ya que, al no haber existido anteriormente una herramienta con la que poder determinar que animales eran de pura raza y cuales no, a las convocatorias de subvenciones habían acudido todo tipo de ganados y de ganaderos, y que ahora era el momento de que, la recién creada Comisión de Valoración hiciese el trabajo para el que se había creado. La respuesta del Jefe Territorial fue que había que hacerlo a su manera y admitir a todos los ejemplares, pues si alguno quedara descartado perdería la ayuda y tendría que devolver las recibidas hasta el momento. De nada sirvió mi propuesta de que se decretara una exculpación basándose en el hecho de que no existía con anterioridad ni Libro Genealógico ni Comisión de Valoración. Por último, la Comisión Central acordó fijar la fecha de las sucesivas reuniones, estableciendo al menos una al año. A pesar de haber sido nombrado vocal de dicha Comisión jamás he sido citado a ninguna otra reunión así como tampoco a la Comisión de Valoración.

El 8 de abril de 1999 presenté la solicitud anual de Ayudas a las Razas en Peligro de Extinción.

El 14 de abril fui convocado a una reunión en la Delegación Territorial Burgos.

El 13 de junio ganamos las elecciones municipales.

El 16 de junio presenté en Miranda un escrito a Paloma Delgado

El 24 de junio llegó a Belorado mi amigo Jerónimo, que venía desde Valencia montado en un losino, camino de Santiago de Compostela.

El 21 de septiembre de 1999 se levantó Acta de Inspección, en la que de 115 animales para los que se solicitó ayuda, solo se pudieron capturar 22.

El 8 de diciembre nos presentamos en ECUMAD con dos caballos domados.

El 25 de enero del 2000 me fue remitida la Resolución de 3 de diciembre de 1999 de la Dirección del Fondo de Garantía Agraria por la que se desestimaba mi solicitud de Ayuda al Fomento de Razas en Peligro de Extinción correspondiente al año 1999, en base a la certificación expedida por el Jefe de Servicio de Ayudas Ganaderas y al incumplimiento de los controles administrativos.

Resultados esperanzadores de la sentencia del tribunal:
* Una sentencia absuelve de los daños causados por los caballos Losinos. (Enlace...)

Insertado por: silvia3942 (15/04/2005)
Fuente/Autor: Ricardo de Juana Aranzana.
 

          


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Comentarios

La primera parte está muy bien, la segunda es prolija e incompleta.
Nombre: José  (19/04/2005) E-mail: -
 
Para todo creo que existen soluciones,Ricardo de Juana Aranzana,deberia dirijirse a la Sociedad de Ganaderia Equina y solicitar concurso y apoyo,como asimismo de los componentes de quienes propician las carreras de caballos,ya que una raza equina autoctona no debe dejarse que se extinga.No puedo extenderme más pues desconozco las partes legales de España.
Manuel de los Reyes Maza
Secretario General
ONG-DEMAVEN (Venezuela)
Nombre: Manuel de los Reyes Maza(15-08-0  (22/04/2005) E-mail: ongdemaven@telcel.net.ve
 
Creo que la gente deberia tener más conciencia con este asusto y todos los Organos más representativos ayudar a la conservación de esta raza.
En cuanto a la gente que tanto se queja de que sus tierras se ven afectadas debido a los caballos,deberian darse cuenta del daño que hacen ellos que es mucho más grave del que puede hacer un caballo.
Cada uno que aguante su conciencia.
Nombre: Anonimo  (25/04/2005) E-mail: -
 
Es una lastima que una raza tan importante en la historia de España y los estudios demuestran a través del ADN que es la raza que primero llego America y que sus genes estan en las principales razas caballares de America. La Junta de Castilla y León debe tomar cartas en el asunto antes que se extinga.
Nombre: Jorge Martinez  (25/04/2005) E-mail: oda@viajesoda.com
 
* TIERRA COMUNERA, RECLAMA MEDIDAS URGENTES A LA JUNTA PARA PROTEGER AL CABALLO LOSINO.
Mayo 2005.
La Agrupación Provincial en Burgos del partido castellanista TIERRA COMUNERA (TC), quiere denunciar ante la opinión pública burgalesa y castellana en general, la grave situación de amenaza que atraviesa en la actualidad la exigua cabaña ganadera de la raza autóctona callar castellana conocida como "Caballo Losino", al tiempo que exige a la Junta de Castilla y León, administración competente en esta materia, medidas urgentes para la protección y recuperación de esta comunidad equina
específicamente castellana y originaria de las comarcas del noreste de la provincia burgalesa.
Los castellanistas quieren denunciar la apatía con que la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, está actuando ante el proceso de recuperación de esta raza autóctona caballar castellana que
desde hace más de veinte años, llevan a cabo los entusiastas de las Razas Autóctonas, y en especial el conservacionista Ricardo de Juana, y que ahora puede verse dramáticamente truncado por las amenazas judiciales que
se ciernen sobre los cerca de trescientos ejemplares de caballo losino que todavía existen en el norte de Burgos.
Desde TIERRA COMUNERA (TC) se recuerda que los promotores de la recuperación del caballo losino han conseguido en veinte años, frenar la desaparición de esta raza autóctona caballar castellana, pasando de unos últimos 32 ejemplares de pura raza, a los casi tres centenares que existen
actualmente, con una labor de rigurosa selección genética y reproducción.
Sin embargo la administración regional competente ha sido incapaz de asumir sus responsabilidades, y mantiene en el abandono, tanto a los promotores de la recuperación como al propio caballo losino, exigiendo por tanto esta formación castellanista que la Junta de Castilla y León asuma el pago de las deudas y reclamaciones económicas que pesan sobre esta cabaña caballar castellana, y que establezca el correspondiente Convenio de Cooperación técnico, administrativo y financiero con los promotores de
esta recuperación del caballo losino, de forma que se garantice la viabilidad y el futuro a esta raza autóctona burgalesa.
TIERRA COMUNERA (TC) recuerda la obligación que tiene la Junta de Castilla y León en la preservación de todas las razas autóctonas animales, habitualmente faltas de consideración administrativa (vaca avileña,
caballo losino, gallina castellana, etc...), puesto que constituyen un elemento indispensable de nuestro Patrimonio Cultural e Histórico, y una pieza básica en el mantenimiento de la Diversidad Biológica Ganadera; así
los castellanistas exigen a la Junta de Castilla y León que garantice la cría y supervivencia de esta raza ganadera y su disfrute por los ciudadanos, los especialistas, los amantes del caballo y las generaciones
venideras.
Finalmente, esta formación comunera, traslada su plena solidaridad y apoyo a Ricardo de Juana y todos aquellos que han trabajado en la recuperación del caballo losino, al tiempo que manifiestan su compromiso con todos los
colectivos y personas que trabajan en la protección de las Razas Autóctonas.
Nombre: TIERRA COMUNERA  (01/06/2005) E-mail: info@burgoscomunero.org
 
Una lastima que cada vez esta tierra se vaya empobreciendo. En este caso de los Losinos, y lo que casi es mas grave empobreciendo de emprendedores como Ricardo de Juana Aranzana.
Gracias a los "responsables" de la Junta, caciques, y algún Alcalde estáis consiguiendo que cuando hablamos con gente de otras comunidades nos avergoncemos de como se gestiona la nuestra.
ANIMO RICARDO quedáis pocos, pero sois mejores y vuestro trabajo beneficia a todos. Grácias por tu labor de recuperación de la raza.
Nombre: Emilio  (04/12/2005) E-mail: onasisrojo@terra.es
 
La verdad es que sí que es una pena que corra el peligro de perderse la raza del caballo losino.
Me pregunto qué es lo que puede subyacer en las mentes de los responsables municipales de Pancorbo para negarse tan tajantemente a la cesión de unas tierras de pasto en favor de estos caballos. Supongo que será una mezcla de envidias y venganzas provenientes de la época en la que, amigo De Juana, fuiste alcalde de la villa de Pancorbo.
Sinceramente, pienso que utilizaste tu situación de alcalde para aprovecharte personalmente, hacerlo mal(o no hacer nada, que al fin y al cabo es igual). Jamás se me ocurriría por eso ir en contra de la recuperación de una raza caballar pero, por lo que he dicho anteriormente, supongo que más de uno en el pueblo estarán un tanto quemados contigo e irán a por tí, no a por los caballos.

Así que, majo, no intentes vender como única razón la desidia de las administraciones y piensa que quizás la gente a quién no quieren apoyar es a ti, pero que apoyarían gustosamente la recuperación de la raza losina con un gestor al frente que no fueras tú.
Nombre: anónimo  (08/07/2006) E-mail: debuyfer@hotmail.com
 
¿Qué fué de los ejemplares de Pancorbo?¿Por qué no se intentó una especie de patronato con empresas, particulares y asociaciones ganaderas, ya que la Junta de Castilla-León no quería saber nada del asunto?.
Cada vez veo a mi Castilla del alma más envejecida, cateta y carente de ilusión. Leva agonizando muchos años y acabará muriendo convertida en un desierto de ideas, personas y cultura.
Nombre: ángel  (04/08/2006) E-mail: -
 
Muchas inexactitudes al traducir textos medievales mencionando castilla y león, cuando nunca fué una misma entidad, en todo caso en esos textos dice León y Castilla, o León, Castilla, Galicia, etc.Varias entidades distintas.Nunca manipular fué, y es tan fácil para justificar lo injustificable, la extinción de un pueblo.O quien sabe, de dos: el Leonés, y el Castellano.Saludos.
Nombre: Quicu  (06/12/2007) E-mail: panxulinabierzu@hotmail.com
 
Ricardo de Juana es un charlatan pretendia enriquecerse a costa de caballo losino y el tiro le salio por la culata.
Nombre: jeronimo  (05/12/2010) E-mail: jeronimopancorbo@hotmail.com
 
No se qué habrá sido de este núcleo a día de hoy, conocí estos animales hace ya muchos años y a Ricardo, y siento lástima que por cacicadas de ciertas personas a las que no voy a nombrar se pierda un trabajo tan bien hecho de muchos años. Solo los que conocemos a esas personas sabemos cómo son y cuales son sus prioridades (y hasta aquí puedo leer, como en el un, dos, tres).
Me llama la atención un comentario del 2010 en el que se tacha de charlatán a Ricardo y se dice que pretendía enriquecerse. ¿¿¿Enriquecerse??? Por mi profesión conozco a muchísimos ganaderos y no conozco a nadie que haya vivido tantos años en unas condiciones de miseria como ha estado Ricardo solo por mantener el núcleo unido. Si lo que pretendía era ese lucro hubiera abandonado el barco muchos años antes.
Para finalizar me gustaría apuntar que en esos años también conocí los animales, ya más dispersos sus propietarios, del núcleo de Quincoces de Yuso y poco de puede decir de ellos, simplemente que si se quiere mejorar una raza no se puede aplicar el "todo vale".
No se qué ha sido de ti, Ricardo, pero espero que estés bien. Un saludo.
Nombre: un burgalés  (18/01/2016) E-mail: mano_de_xango@hotmail.com
 

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