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Manifiesto por un centro histórico para los viandantes

(1695)

VALENCIA. COMUNIDAD VALENCIANA.
Los altos niveles de contaminación, degradación, abandono... que padecen los numerosos y valiosos centros históricos que conforman el territorio de la península ibérica, hace difícil que puedan convertirse en espacios destinados al desarrollo y disfrute de una vida agradable, armónica, dado que se han convertido en los últimos 30 años, en simples núcleos administrativos, financieros...

Los centros históricos carecen hoy de un tejido social permanente y activo, dispuesto a desarrollar sus vidas laborales, educativas, profesionales de forma permanente y continuada.

Recuperar la vitalidad y el sabor de los centros históricos es una necesidad y una urgencia, pues permite que referentes culturales, artísticos, artesanales y emocionales de gran sabor e identidad, puedan conservarse, mantenerse y transmitirse a las nuevas generaciones, dotando de una mayor diversidad y encanto a las complejos paisajes que conforman las actuales ciudades.

Antonio Marín Segovia
Cercle Obert de Benicalap
Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro


El centro histórico de Valencia continúa, innecesariamente, siendo el lugar de paso de miles de vehículos diarios, incluidos muchos de los autobuses del servicio público, lo que resulta incompatible con cualquier intento de sanear el corazón de la ciudad, mejorar sus plazas más emblemáticas -Mercado, Reina, Ayuntamiento- o simplemente crear redes peatonales.

Los tejidos históricos de las ciudades responden a un momento en el que el desarrollo de los medios de transporte era muy primitivo.

Se trataba de espacios muy compactos, en densidad, en usos del suelo, y sus dimensiones máximas eran adecuadas a las condiciones “ergonómicas” de sus habitantes, es decir, estaban concebidos para recorrerlos a pie.

En el último siglo, la ciudad de Valencia, y concretamente su centro histórico, ha aumentado en cantidad el espacio público, como consecuencia de las diversas operaciones de esponjamiento, pero en cambio, la calle se ha empobrecido: ha pasado de ser un espacio democrático, soporte de funciones sociales muy variadas, a ser un lugar privatizado y dominado por el tráfico y el aparcamiento.

Un fenómeno que está causando gravísimos perjuicios sociales y económicos.

Esa privatización no solo la ejerce el automóvil, sino los grandes grupos privados en la gestión del agua, la basura, el mobiliario urbano, la publicidad, la mensajería, la televisión por cable o los servicios de seguridad privados, entre otros...

El incremento constante del tráfico motorizado en el centro histórico de Valencia está afectando de manera grave la calidad de vida del mismo, su atractivo turístico y comercial, así como las posibilidades de uso y disfrute de los espacios públicos.

Paradójicamente, este exceso de movilidad está haciendo la ciudad menos accesible, al dificultar los desplazamientos a pie, entorpecer el transporte público e incluso provocar una constante congestión del tráfico.

La política municipal de los últimos años no ha hecho sino favorecer el acceso de más automóviles al centro de forma indiscriminada, con lo que los problemas mencionados no hacen más que agravarse.

La ampliación de las vías de acceso (Avenida de las Cortes Valencianas), los nuevos puentes (de las Artes, de la Alameda), los túneles (Ángel Guimerá, márgenes del Viejo Cauce) estimulan aún más el uso del coche.

Muchas ciudades europeas, conscientes de que son reconocidas por espacios públicos emblemáticos, iniciaron hace tiempo la recuperación de calles y plazas para sus habitantes, en un proceso que se ha venido en llamar “la Reconquista de Europa”.

Muchos centros históricos europeos iniciaron hace mucho tiempo procesos de recuperación que hoy ofrecen espacios de gran calidad y ambiente, espacios habitables que combinan funciones muy variadas.

Se trata, por tanto, de imitar estrategias próximas, adaptándolas a las muy favorables condiciones de nuestra ciudad.

No nos confundamos, no se trata de prohibir, de impedir o de peatonalizar de forma absoluta, sino de reordenar el espacio público y su uso de la forma más conveniente para la ciudad, la vida urbana, el comercio.

Por todo ello, los ciudadanos de Valencia exigimos participar en el diseño y gestión de nuestra propia ciudad, reclamando a los órganos políticos y administrativos de la misma que cumplan con el compromiso que adquirieron al ser elegidos nuestros representantes, y pongan en marcha de forma inmediata un plan de habitabilidad real aplicando las siguientes medidas:

1. La reducción de la entrada de vehículos a motor, estableciendo áreas reservadas a residentes, carga y descarga, o servicios públicos.

2. Un reparto equitativo del espacio viario, reduciendo la parte dedicada al automóvil, y aumentando la destinada a peatones y ciclistas.

3. La mejora del transporte público, introduciendo nuevos medios modernos y no contaminantes, (como tranvías, minibuses eléctricos, autobuses a gas natural) y racionalizando la gestión del sistema (billetes combinados, taxis compartidos...).

4. La preferencia de paso al transporte público, con carriles protegidos, reservando en algunos casos calles exclusivas para él mismo, peatones y ciclistas.

5. La regulación del aparcamiento, evitando el exceso de oferta de plazas, que estimulan a acceder en con coche al crear expectativas de aparcamiento.

6. La regulación de la carga y descarga, estableciendo franjas horarias limitadas, reservando áreas en la calzada y facilitando la creación de sistemas de consigna y reparto a domicilio.

Se trata, en definitiva, de propiciar un cambio cultural progresivo hacia unas pautas de conducta beneficiosas para toda la población hacia lo que se llama “movilidad sostenible”, cambio que se ha reivindicado en numerosas ocasiones y desde diferentes plataformas.

No queremos esperar más, ya es hora de empezar.

Sitios en red con este proyecto:

* www.e-valencia.org
* www.masacritica.info
* www.terracritica.org
* www.amicsdelcarme.org
* www.barridelcarme.org
* http://utopiaverde.org/

Insertado por: CERCLEOBERT (10/09/2004)
Fuente/Autor: Gentileza de Cercle Obert de Benicalap.
 

          


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